Cuando hablamos sobre trastornos de la conducta alimentaria (TCA), lo más común es mencionar la bulimia y anorexia nerviosa. Sin embargo, es importante poner sobre la mesa el tema de aquellos TCA que no se mencionan tanto pero constituyen importantes riesgos de salud.
La ortorexia es un trastorno de la conducta alimentaria poco conocido, caracterizado por la obsesión de consumir alimentos sanos y en las porciones correctas. Aunque es menos conocido que la anorexia o la bulimia, también representa un riesgo significativo para la salud mental y física de quienes la padecen.
Es por ello que se vuelve crucial reconocer sus síntomas y buscar ayuda profesional para prevenir complicaciones derivadas de este padecimiento. La concienciación y la educación sobre este trastorno son pasos vitales para combatir sus efectos y promover una relación saludable con la comida.
NOSOTRAS te compartimos información especializada sobre qué es la ortorexia, cuáles son sus síntomas y posibles implicaciones en la salud mental.
Ortorexia, un trastorno alimenticio menos conocido pero muy riesgoso
Según Alma Erika García Corona, nutrióloga del Departamento de Nutrición del Hospital General de México “Eduardo Liceaga” (HGM), “una persona con este padecimiento dedica varias horas en la selección del menú diario”. Esta dedicación excesiva puede llevar a comportamientos compulsivos, en los que se evitan productos que no cumplan con ciertos estándares de “pureza”, provocando ansiedad e incluso aislamiento social.
Una persona con esta condición sigue reglas muy restrictivas sobre la alimentación, las cuales están basadas en una construcción llevada al extremo de lo que es saludable.
De acuerdo con el estudio “Ortorexia nerviosa: una obsesión por la alimentación saludable”, publicado en 2017 por la National Library of Medicine, esta obsesión puede llevar a una “intensa preocupación mental” con respecto a las prácticas dietéticas, lo que a menudo resulta en una “angustia emocional exagerada”.
A menudo, la ortorexia se asocia con otros trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia o el trastorno por atracón. Sin embargo, existen diferencias sutiles. Mientras que las personas con anorexia pueden centrarse en la restricción calórica y la pérdida de peso, aquellas con ortorexia pueden tener un enfoque obsesivo en la calidad de los alimentos más que en la cantidad.
García Corona observa que “la ortorexia afecta mayormente a los adultos jóvenes y se presenta de igual manera en mujeres y hombres”. Lo que sugiere que el problema no está limitado por género o edad, aunque puede verse exacerbado por presiones sociales relacionadas con la imagen y la salud. Además, de acuerdo con la experta “esta alteración de la conducta alimentaria puede presentarse más frecuentemente en personas que tienen comportamientos obsesivos compulsivos”.
Síntomas y señales de advertencia
De acuerdo con información de la organización australiana Eating Disorders Victoria, los síntomas de la ortorexia van más allá de un simple interés por una alimentación saludable. Aquellas personas que la padecen pueden experimentar lo siguiente.
- Fuerte ansiedad respecto a sus elecciones alimentarias, especialmente si su dieta no cumple con sus altos estándares personales de “pureza”.
- Aislamiento social, puesto que evitan actividades y personas que no se ajustan a su régimen estricto de alimentación.
- Sentimientos de culpa luego de cualquier situación considerada como un “desliz” alimentario. Lo que podría derivar en distorsión de la imagen corporal en torno a la sensación de “impureza” física.
- Cambios de humor, ansiedad y depresión.
- Preocupación excesiva por la calidad y origen de los alimentos, lo que puede llevar a evitar comer fuera o aceptar comida preparada por otros.
- Señales físicas de desnutrición, como la pérdida de peso debido a una dieta extremadamente restrictiva.
- Restricciones dietéticas que se intensifican con el tiempo. Mismas pueden derivar en la eliminación de grupos enteros de alimentos e implicar “limpiezas” (ayunos parciales) frecuentes y/o severas, consideradas “purificadoras” o “desintoxicantes”.
- Creencia persistente de que las prácticas dietéticas promueven la salud a pesar de presentar signos de desnutrición.
Implicaciones de la ortorexia en la salud mental
De acuerdo con el estudio de 2017 publicado por la National Library of Medicine, aún se debate sobre si la ortorexia es un síndrome único o una variante de otros trastornos. Por ejemplo, algunos especialistas creen que la preocupación por la enfermedad en personas con trastorno de somatización puede llevar a una obsesión por la comida y la dieta, como una forma de enfrentar una enfermedad real o imaginaria.
Los factores que contribuyen al desarrollo de la ortorexia pueden incluir preferencias alimentarias heredadas, prácticas y comportamientos de alimentación de los padres y antecedentes de trastornos alimentarios en la familia. Además, de acuerdo con el estudio, las tendencias ortoréxicas están a menudo relacionadas con el perfeccionismo, la orientación hacia la apariencia y el miedo al sobrepeso.
¿En qué consiste el tratamiento de la ortorexia?
El tratamiento de la ortorexia debe ser multidisciplinario. García Corona enfatiza que “además de la atención médica y nutricional, se requiere contar con la ayuda del Servicio de Salud Mental para que conjuntamente se diseñe la mejor alternativa terapéutica”. Las opciones de tratamiento psicológico pueden incluir:
- Terapia cognitivo-conductual. Con el propósito de trabajar sobre las conductas perfeccionistas y las distorsiones cognitivas.
- Exposición y prevención de la respuesta. Como apoyo para el tratamiento de conductas obsesivo-compulsivas.
- Terapia de relajación. Como alternativa para reducir la ansiedad en relación con la comida.
- Psicoeducación. Con enfoque en la corrección de creencias erróneas sobre los grupos de alimentos y la “pureza” de las prácticas alimentarias.
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