Queremos conseguir todo como lo soñamos pero, a veces, no solo lo que queremos sino lo que creemos que deberíamos querer y tener. Sentimos que se nos pide una carrera exitosa, una familia perfecta, un hogar de ensueño, vida social y una rutina saludable, además de una apariencia perfectamente cuidada y prioridad en nuestra salud mental. Pero para conseguirlo estamos desgastándonos tratando de cumplir con todo. Descubre el “síndrome de la mujer maravilla”, cuando la autoexigencia llega a los extremos.
Se sabe que somos mujeres fuertes y poderosas pero… no siempre podemos con todo al mismo tiempo y, por salud mental, debemos aceptar ese hecho sin sentirnos mal. Somos personas con defectos, con retos por superar y con dificultades, y todo eso está bien.
‘Síndrome de la mujer maravilla’, cuando la autoexigencia llega a los extremos
Hacer malabares para balancear tu vida profesional, social, personal y familiar para cumplir todo tipo de expectativas es la principal característica del “síndrome de la mujer maravilla”. Este término fue descrito por primera vez en 1984.
Según la plataforma de salud Scripps, ocurre cuando una mujer se descuida a sí misma porque busca “hacer todo” a la completa perfección esforzándose demasiado.
La doctora Taz Bathia complementa en su sitio web que este es un conjunto de características que se encuentran en una mujer que realiza o intenta realizar todas las tareas típicamente asociadas con varios roles diferentes de tiempo completo. Muchas veces se trata de expectativas ajenas por lo que “se espera” de alguien.
Muchas veces una mujer moderna siente que “debe” abarcar muchas cosas: ser mujer de negocios, desear ser madre, tener pareja estable, ser ama de casa, estar saludable, verse bien y sentirse bien. ¿Recuerdas ese monólogo en la película “Barbie”? Algo así. Se supone que deberíamos desarrollarnos felizmente. Sin embargo, caemos en exigencias que pueden provocarte problemas de salud.
Puedes experimentar problemas de salud mental como trastornos de ansiedad, depresión, insomnio o problemas físicos a partir del estrés. Igualmente, Scripps agrega el envejecimiento prematuro, enfermedades cardíacas, diabetes, obesidad y afecciones gastrointestinales.
¿Has tenido este ‘síndrome’?
Cuando estás con la idea de cumplir una gran cantidad de roles y responsabilidades asignadas pensando que eso inmediatamente significará un futuro feliz y perfecto, podrías alejarte de una realidad sana. En lugar de sentirte satisfecha, te puedes sentir estresada, ansiosa y con fatiga crónica. Estos son algunos de los rasgos que se asocian con el “síndrome de la mujer maravilla”.
- Ataques de irritabilidad.
- Incapacidad para dormir o sueño excesivo.
- Problemas de memoria.
- Tensión muscular.
- Ansiedad.
- Sudar cuando no se hace actividad física.
- Incapacidad para concentrarse.
- Dolores y molestias generales.
- Sensación de fracaso.
- Aislamiento.
- Falta de satisfacción.
- Pérdida de motivación.
Como prevenir el ‘síndrome de la mujer maravilla’
El estrés acumulado puede traer muchos problemas a tu persona. Si quieres evitarlo, puedes comenzar a tomar medidas como las siguientes.
1. Deja tiempo para ti misma
En tu rutina diaria, programa tiempos para descansar, relajarte con un hobby o simplemente hacer nada.
Programa descansos, usa técnicas de gestión de tiempo como el ‘timeboxing’ o agenda espacios para realizar actividades que te relajen.
2. Aprender a decir que no
Para las cosas que no quieres hacer o que de plano no te dan tiempo, el “no” es una gran palabra de aprender. Puedes delegar las responsabilidades que tienes para organizarte mejor sin la necesidad de hacerte cargo de todo.
3. Establecer objetivos realistas
Si tienes claro cómo quieres vivir, debes irte marcando metas alcanzables para no llegar a la autoexigencia que llega a los extremos. Alinea tus ideales y a qué o quién quieres enfocarle tu tiempo y energía. Cumple esos objetivos con límites para tu salud. Piensa en lo que TÚ quieres.
Evalúa qué tan bien estás manejando las obligaciones y expectativas de tu vida, además de cuáles realmente son importantes para ti y por qué. Planea tu día a día de una manera lo más realista y honesta que puedas.
4. Priorizar el descanso
Dormir lo suficiente debería ser innegociable para poder hacer frente a las exigencias de la vida cotidiana, para evitar la ansiedad y el debilitamiento del sistema inmunológico.
5. Ser amable contigo misma, adiós la perfección
Si las cosas no salen según lo planteado, no seas tan dura contigo misma, procúrate a ti misma con frases acogedoras como “soy capaz y fuerte”. Una vez que empieces a reconocer y desafiar los pensamientos negativos, podrás empezar a reemplazarlos con mensajes positivos.
Celebra las pequeñas victorias que tengas si quieres evitar la autoexigencia que llega a los extremos
6. Pedir ayuda
Si esta situación te sobrepasa, habla con tus personas de confianza o busca directamente ayuda profesional. No hay ninguna vergüenza en pedir ayuda y puede traer enormes consecuencias positivas para tu vida.
Y tú, ¿sabías del “síndrome de la mujer maravilla”? ¿Qué piensas?
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