A muchas de nosotras nos pasa lo siguiente, y seguro estarás de acuerdo en que es súper frustrante. Ya sea que te pongas a pensar en una cuestión del trabajo, una situación social o un deber en particular, comienzas a analizar el ambiente, cada mínimo detalle e incluso alternativas para cada posibilidad. Llega un momento en que analizarlo todo te lleva a un punto en que ya no te estás ayudando, sino solo te generas ansiedad o estrés. ¿Te ha pasado?
Puede convertirse en un círculo vicioso, que solo ocasionará que tengas pensamientos intrusivos y hasta comiences a postergar planes, por estar pensando demasiado sobre alguna cosa que podría no ser tan grave.
Hoy te compartimos algunos tips para ir dejando este hábito. Sin embargo, si lo consideras necesario y esto se encuentra afectando tu salud mental y bienestar, lo mejor es pedir ayuda profesional.
¿Piensas demasiado las cosas? Tips para dejar de hacerlo
Cuando piensas demasiado las cosas de manera prolongada y hasta el mínimo detalle, puede comenzar a involucrarse en tus actividades diarias, a costa de tu concentración y estabilidad mental en diferentes actividades que tienes en tu vida cotidiana.
De acuerdo con el portal Verywell Mind, algunas personas consideran que pensar demasiado las cosas puede ser útil, porque te ayuda a analizar un problema desde todas sus aristas; en realidad es todo lo contrario porque, de acuerdo con algunas investigaciones, estos círculos viciosos pueden estar asociados con depresión y ansiedad.
Es normal que pensemos mucho en ciertas situaciones, sobre todo cuando algo nos estresa, pero cuando ya se encuentra invadiendo tu estabilidad emocional es hora de identificar algunas de las señales, para que actúes rápido y pidas ayuda en caso de ser necesario.
- No puedes relajarte.
- No puedes pensar en otra cosa.
- Constantemente preocupada o ansiosa.
- Sentirte responsable de cosas que están fuera de tu control.
- Mentalmente agotada.
- Pensamientos negativos o intrusivos.
- Reproducir continuamente un episodio o experiencia negativa en tu mente.
- Pensar en los peores escenarios.
- Dudar en tus decisiones.
A continuación te presentamos algunos tips para comenzar a combatir este problema.
1. Date cuenta cuando te encuentras atrapada en tu cabeza
De acuerdo con información de The Muse, cuando piensas demasiado puede convertirse en un hábito tan cotidiano, que puede que ni siquiera te des cuenta que lo estás haciendo. Lo primero que debes hacer es prestar atención en qué está tu atención en realidad.
Si te encuentras repitiendo un evento o experiencia repetidamente, sobre todo algo que no puedes controlar, y aun peor, si te preocupas o comienza a invadir tus emociones, date cuenta que esto no es productivo.
2. Reencuadre positivo
No quieres decir que si te encuentras en un problema de índole mayúscula te forces a pensar de manera optimista, eso caería en la llamada “positividad tóxica”; el reencuadre te permite reconocer los aspecto negativos, después te dará la apertura para comenzar a evaluar si existen otras soluciones de lo que te encuentras pensando, así como lo informa el portal CNBC Make It.
Puede ser muy útil desafiar tus pensamientos negativos, preguntarte si son realistas y hacer conciencia de que no son escenarios reales, solo son pensamientos. De esta manera, eventualmente puedes aprender a reemplazar pensamientos negativos con otros más útiles.
3. Muévete o haz ejercicio
Siempre se ha dicho que hacer ejercicio no solo beneficia tu cuerpo, sino también tu mente. La terapeuta Cynthia Siadat recomienda para el portal MindBodyGreen, que te muevas, hagas ejercicio o participes en “actividades que te involucren físicamente”, esto ayudará a que te despejes.
Para esto se menciona tres ejemplos de movimientos que puedes hacer: el físico, práctico y alegre.
- Práctico: ponerse de pie, tomar aire, limpiar la casa o el espacio en el que te encuentres.
- Físico: beber un vaso de agua, ir al gimnasio, hacer yoga.
- Alegre: bailar, cantar, pintar, algo recreativo que te ponga de buenas.
Es importante trabajar de manera activa en distraerte para salir del ciclo de pensamientos repetitivos. Como explica el portal Verywell Mind, es posible que tu cerebro encuentre soluciones mientras estás ocupada con otra actividad, o incluso si te vas a descansar y dejas que tu mente se despeje.
Ocupa tu mente en otra cosa y no pongas tu esfuerzo en “dejar de pensar” en determinada situación, pues de esta manera solo obtienes el resultado contrario (¿qué pasa cuando te dicen “no pienses en un elefante rosa”?).
4. Medita
El portal Verywell Mind recomienda meditar, ya que puede ser una excelente herramienta que ayudará a que puedas redirigir tus pensamientos de una manera positiva. Mientras lo hagas, respira, el objetivo no es despejar la mente, sino enfocarla en algo para poder buscar solución desde el temple.
Mientras más medites, ayudará a que detengas los pensamientos excesivos; una investigación sugiere que es ideal que sean 10 minutos, ya que puede detener el flujo de lo que piensas e incluso los pensamientosintrusivos y negativos.
5. Enfócate en buscar soluciones
Cuando tienes un problema, pensar una y otra vez en las cosas que salieron mal antes o que provocaron la situación en la que ahora te encuentras, no te ayuda. Pero, si es algo sobre lo que tienes algún control, es posible cambiar tu enfoque y pensar en qué puedes hacer ahora, con los recursos que tienes.
6. Escribe tus pensamientos
Basado en información de NCBC, cuando nuestro cerebro se siente en peligro activa un sistema de alarma para protegernos; una de las cosas que recomienda es escribir los pensamientos y sentimientos en una hoja o cuaderno, después descansar o esperar al menos 24 horas antes de tomar una decisión precipitada.
7. Practica formas de atención para ti
Mindbodygreen dice que practicar formas de atención para ti es útil para despejar los pensamientos.
- Ejercicios de respiración.
- Relajación muscular.
- Caminar.
- Ve de shopping.
- Ve una película o serie que te agrade.
- Escucha música.
- Baile.
- Jardinería.
8. Ponte un “horario para preocuparte”
Si apenas estás comenzando a combatir tu hábito de sobrepensar las cosas, se trata de una buena táctica. Dedícale un rato de tu día, no más de 30 minutos, para pensar en las cosas que te están dando vueltas en la cabeza. Si es necesario, pon un cronómetro.
Puedes ir escribiendo a lo largo del día las cosas en las que “debes preocuparte”. Por otro lado, como dice MindBodyGreen, intenta que ese rato no sea justo antes de dormir.
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