Desde que Joseph Pilates creó su método en la década de 1920 en la ciudad de Nueva York, el pilates se ha vuelto cada vez más conocido en todo el mundo, gracias a su combinación de entrenamiento físico y mental, que involucra estiramiento, respiración y fortalecimiento muscular.
Aunque existen varias modalidades de pilates, dos de los más populares son en mat, donde se utiliza el peso corporal como resistencia, y en reformer, en el cual se emplea una máquina de plataforma móvil que se desliza sobre rieles y está conectada a un sistema de muelles que ofrecen resistencia, lo que permite trabajar la musculatura profunda de forma efectiva y mejorar la tonificación, fortalecimiento, flexibilidad y movilidad articular del cuerpo.
¿Cómo puede ayudarte?
Si bien es una disciplina en auge, aún existe mucho desconocimiento sobre su impacto en la salud. Incluso, por tratarse de un ejercicio de bajo impacto, algunos suelen pensar que sus movimientos no resultan exigentes.
No obstante, basta con practicarlo para notar el cambio. Así ocurrió con Paula Carnicero, fundadora del estudio de pilates Pontepila, quien si bien ya había escuchado antes del pilates, no fue sino hasta hace tres años que empezó a tomar clases, para ver en poco tiempo mejorar su flexibilidad y cesar el dolor en el cuello causado por una rectificación cervical. “Se volvió algo terapéutico”, relata.
Esta experiencia pronto se transformó en algo más, cuando decidió crear un espacio con sello propio para trabajar el cuerpo y la mente mediante el pilates. El color, los aromas y la música forman parte de la atmósfera que acompaña cada clase. “Vivimos en un mundo muy hostil como para ir a un lugar a ejercitarse y que no tenga una energía que te mejore el día”, señala.
Desde otra perspectiva, Karla Herrera, instructora con certificación internacional, comenta que una de las mayores satisfacciones de su trabajo es “cuando ves el avance en las personas que se sienten más ágiles, más fuertes”.
Este ejercicio también es bueno para tu mente
Y es que sus beneficios no son pocos. Según un estudio publicado en Complementary Therapies in Medicine, las personas que lo practican regularmente mejoran su calidad de vida. Estudios también mencionan que la meditación y la respiración consciente, que forman parte del método, ayudan a reducir el estrés y la ansiedad, fortalecer la concentración y aumentar la autoestima.
“Es un acondicionamiento muy consciente en el que está presente el control de la respiración, el control muscular (…) y se enfoca en el cómo trabajas en el cuerpo como un todo. Y si tienes alguna lesión te ayuda como acompañamiento a tu rehabilitación, porque el pilates se adapta a cualquier cuerpo”, explica Herrera.
Consejos para practicar pilates
Para quienes tienen la intención de iniciarse en el mundo del pilates, Carnicero aconseja: “Es importante permitirte crear el hábito, hacer esta actividad parte de tu vida y sin darte cuenta y empiezas a disfrutar mucho”.
Asimismo, desde su experiencia de más de 15 años Herrera afirma que “lo primero es ser paciente con tu progreso, no compararte”, además de “regalarte ese tiempo para estar en tu centro mental y físicamente, no en el teléfono o pensando en otras cosas, aunque a veces sea difícil”.
Por otro lado, ambas coinciden en la importancia de apoyarse en instructores certificados, que cuenten con los conocimientos necesarios en la técnica, el uso de equipos, así como de biomecánica, pues es una gran responsabilidad trabajar con el cuerpo de cada persona al corregir la postura, el movimiento y adaptar los ejercicios a diferentes necesidades.
Lo ideal es hacerlo tres veces a la semana para maximizar resultados. Carnicero sugiere complementarlo con ejercicio cardiovascular, que aumenta la frecuencia cardíaca y respiratoria, además de que beneficia al organismo.
¿Ya lo has probado?