Hay personas a las cuales no les gusta ser el centro de atención, causar molestias ni crear conflictos para no parecer egoístas ante los demás; pero, ¿qué pasa cuando este sentimiento viene acompañado de reprimir nuestras necesidades por la aprobación de la gente? A esta actitud y pensamiento se le denomina ecoísmo. Nosotras te contamos más acerca de lo que significa ser ecoísta.
En la superficie, estar siempre de acuerdo o suprimir tus necesidades te puede hacer parecer una muy buena persona. En la realidad, afecta tu salud mental, bienestar y relaciones.
¿Qué significa ser ecoísta?
De acuerdo con Newport Institute, se le puede denominar como un rasgo de personalidad que tiene un individuo que reprime sus necesidades y sentimientos con la finalidad de tener el amor y la aprobación de la gente que le rodea.
Se podría decir que es lo opuesto al término narcisista, lo cual se identifica con la obsesión de ser el centro de atención o priorizarse de manera absoluta y llevada al extremo; de manera opuesta, los ecoísta lo que menos desean es ser notados.
No es una enfermedad mental ni algo que se diagnostica como tal, pero sí puede ser un rasgo de personalidad que puedes trabajar en terapia.
El desarrollo de esta característica se puede desarrollar desde la infancia, pues muchos niños lo usan como mecanismo de defensa ante distintas situaciones como tener un padre o madre narcisista.
Cómo identificar el ecoísmo
Cepsim Madrid señala los rasgos más típicos de las personas ecoístas. Ojo: no sustituyen la atención profesional.
1. Tener dificultad para saber acerca de las necesidades o motivaciones
Son personas a quienes les cuesta saber sus necesidades como seres humanos, pues siempre ponen a los demás en primer lugar. Esto las lleva a desconocerse y a generar una dificultad para darse cuenta de las actividades que las hacen felices y disfrutan.
A raíz de esto, también tienen problemas para establecer límites en sus relaciones.
2. No se sienten especiales
Otra característica es que desarrollan un miedo a sentirse especiales pues creen que atraer miradas o ser el centro de atención no está bien visto y es de personas narcisistas. Muchas veces no toleran recibir cumplidos acerca de su persona pues no logran comprender por qué las personas lo harían.
3. Baja autoestima
Al ser personas demasiados críticas consigo mismas y no aceptar elogios de otros, es normal que desarrollen una baja autoestima, pues no confían en que pueden ser capaces de algo o de tener sueños y motivaciones.
4. Atraen personas narcisistas
Hay un dicho acerca de que los polos opuestos se atraen y esto puede suceder con las personas ecoístas. Ellos no quieren ser el centro de atención pero las personas narcisistas sí, es un conjunto que podría ser favorecedor para las personas que son ecoístas.
5. Tienden a ser muy empáticas
Tienen mucha empatía con las personas que están en su circulo cercano, por lo cual ponen como prioridad las necesidades de estos individuos, dejando de lado sus problemas o callándolos porque parecen no ser tan importantes.
¿De qué forma el ecoísmo afecta la salud mental?
A las personas que desarrollan ecoísmo les cuesta aceptar palabras positivas o elogios hacia su persona lo cual puede llevar a tener problemas interpersonales y, eventualmente, desarrollar problemas de salud mental como la depresión, como indica Newport Institute.
Ahora bien, no poner en prioridad lo que nosotros necesitamos antes de cualquier cosa puede provocar agotamiento mental y a su vez baja autoestima, pues siempre estamos pendientes de los demás. Esto también puede desarrollar estrés y ansiedad.
Cómo actuar contra el ecoísmo
Si te identificas con los rasgos que enlistamos de manera general, lo más importante es buscar ayuda profesional y una red de apoyo.
A continuación te damos algunas maneras que pueden ayudar a las personas que tienen rasgos de ecoísmo, pero que no sustituyen la ayuda profesional.
- Lista de fortalezas y logros.En un papel anota todo los logros que has tenido a lo largo de tu vida, así como en todas las actividades en que eres buena. Esto ayudará a que comiences a tener una mejor perspectiva sobre ti. Si no te sientes capaz de hacerlo tú, también le puedes pedir a una persona de confianza y cercana a ti que te ayude.
- Comunica tus sentimientos. Este punto es muy importante para que las demás personas entiendan lo que está sucediendo. Trata de comenzar a expresar de qué forma te sientes con diferentes situaciones, esto te servirá para liberar tus sentimientos. Recuerda que no está mal decir lo que queremos o deseamos, pues nuestras necesidades también son importantes.
- Trata de priorizarte. Poner a las demás personas sobre ti puede llegar a ser agotador, por esta razón trata de construir relaciones donde existan límites que los ayuden a tener vínculos sanos. Aprender a decir que no también entra en la parte de priorizarse a una misma.
Leer más:
¿Es posible hacerte gaslighting a ti misma?
Cuál es la diferencia entre ansiedad ‘buena’ y ansiedad ‘mala’
¿Por qué no soy feliz? 5 hábitos que te lo impiden, según Harvard