¿Cuántas veces no has intentado planear alguna dieta como propósito de 31 de diciembre y luego la has dejado completamente? Mejorar tu relación con la comida o alimentarte más sano son grandes ideas pero, si tu objetivo está relacionado con la pérdida de peso y quieres iniciar después de las fiestas decembrinas, hoy te diremos por qué que tal vez no deberías iniciar el Año Nuevo con una dieta.
En esta temporada muchas personas tienen como número uno el propósito de perder peso; sin embargo Candace Pumper, dietista en el Centro Médico Wexner de Ohio, mencionó para el portal Verywell Health que es “defensora de la búsqueda de comportamientos que promuevan la salud por encima del peso corporal”.
Pues, como se menciona en el sitio web, concentrarte en el número que aparece en la báscula puede distraerte de hacer cambios que realmente mejorarán tu salud. Razón por la cual enseguida te decimos por qué tal vez no deberías iniciar el año nuevo con una dieta, de acuerdo con datos recopilados por especialistas.
Si pensabas iniciar el año con una dieta, te decimos por qué tal vez no deberías
Nosotras recopilamos los siguientes puntos del sitio web Psychology Today, con información basada en algunos estudios.
1. Las dietas no son garantía
Es súper común que muchas personas logren perder peso con una dieta restrictiva como parte de sus propósitos de Año Nuevo, pero que terminen recuperando ese peso después, por diferentes razones. Un ejemplo mencionado por Psychology Today menciona que se analizaron 29 estudios diferentes y se encontró que, dos años después de perder peso, la mayoría de las personas habían recuperado más de la mitad de lo que habían perdido.
Además, hay que recordar que todos los cuerpos son diferentes y lo que te puede funcionar a ti tal vez no me resulte a mí, o viceversa. Antes de iniciar un nuevo régimen alimenticio es necesario consultar a un especialista para conocer qué es lo que nuestro cuerpo necesita y lo que podría ayudarnos.
2. Tal vez la dieta no es sostenible
Cuando nuestros cuerpos se enfrentan a privaciones constantes, aprenden a adaptarse para conservar energía, fenómeno que se conoce como una desaceleración de la tasa metabólica en reposo, a menudo se denomina “adaptación metabólica”. Lo cual significa que un metabolismo más lento necesita consumir menos calorías para mantener la pérdida de peso.
Tal vez puedas o quieras restringir tu dieta o eliminar los “gustitos” totalmente por un tiempo, pero, ¿lo harás para siempre?
Psychology Today indica que un estudio encontró que la mayoría de los participantes que recuperaron su peso, probablemente lo hicieron debido a lo difícil que habría sido para ellos mantener una restricción calórica.
3. Una dieta restrictiva no es sinónimo de salud
Dejemos de lado si las dietas funcionan o no desde el punto de vista de la pérdida de peso, pero preguntémonos: ¿bajar determinados kilos o tallas realmente te hace más saludable en todos los casos? Es posible que te sorprenda saber que no.
El sitio web menciona que no se puede juzgar la salud física de alguien en función de su tamaño. En nuestro cuerpo todo se trata del equilibrio, y cada uno de nuestros sistemas necesitan determinadas sustancias para funcionar correctamente; esto va más allá de verte “llenita” o no.
Así es que para ser saludable puedes cambiar qué y cuánto consumes, pues se ha demostrado que estos hábitos, independientemente de la pérdida de peso, tienen un impacto positivo en la salud.
4. Cuidado con los trastornos alimenticios
Según lo mencionado en el portal de salud, la restricción promovida con el fin de lograr la pérdida de peso puede llevarte al camino de la alimentación desordenada. Los datos también indican que los adolescentes que inician dietas restrictivas pueden tener cinco veces más probabilidades de desarrollar un trastorno alimentario que quienes no lo hacen.