En teoría, recibir un halago debería ser algo agradable cuando viene de una persona que percibes sincera; en el mejor de los casos, hasta podría recordarte algo que te gusta sobre tu look o tu persona pero no habías pensado desde hace tiempo. Pero, para muchas de nosotras, parece muy difícil recibir cumplidos debido a la incomodidad, “vergüenza”, no saber cómo reaccionar o hasta porque nuestra autopercepción es distinta.
Si alguna vez te has preguntado por qué te es tan difícil recibir cumplidos, a continuación te platicamos al respecto.
¿Por qué es tan difícil recibir cumplidos?
Un estudio citado por Harvard Bussines Review tomó muestra de 400 personas y casi el 70% asoció la vergüenza y la incomodidad con el reconocimiento o la percepción de un cumplido.
Aunque pudiera asociarse la baja autoestima con la dificultad para recibir cumplidos, la realidad no es así necesariamente. Y aunque no existe una respuesta sencilla, muchas veces nos incomoda porque no lo esperamos, es algo que nos toma por sorpresa.
Los cumplidos pueden tomarte por sorpresa
De acuerdo con el libro “Sorpresa: Abraza lo impredecible y diseña lo inesperado”, cualquiera que sea la situación, lo inesperado desencadena en las personas cuatro etapas.
- Te quedas pasmada.
- Intentas encontrar una explicación.
- Cambias tu perspectiva.
- Finalmente compartes la experiencia con el otro (por ejemplo, devuelves el cumplido).
Si bien las sorpresas son algo que pretenden causar alegría y entusiasmo, en la primera etapa las emociones intensas también pueden dejarte sin palabras. La experiencia de la intensidad emocional que te causa recibir un cumplido puede ser incómoda porque te “desestabiliza” no saber qué deberías responder. Inconscientemente te pones en una situación de vulnerabilidad emocional. Así lo explica Harvard Business Review.
En la segunda etapa, lo que tratas es entender o encontrar por qué alguien dijo lo que dijo. Buscas información que reafirme lo que piensas e ignorar lo que los demás puedan opinar. Puede causar discordancia porque la visión que tienes de ti misma, no es igual a la que tienen los demás sobre ti.
La autopercepción nos hace más difícil procesar las cosas buenas que escuchamos sobre nosotras mismas. Denise Marigold, profesora asociada de desarrollo social en la Universidad de Waterloo, dice que desviar los cumplidos o comentarios positivos es una forma que usan las personas para protegerse ante futuros fracasos o rechazos.
En la tercera etapa intentas juntar lo que otros nos han dicho de manera positiva y lo que ya existe en la mente de cómo te autopercibes. Una vez hecho esto, puedes empezar a procesar los cumplidos de manera saludable y expresar cómo te hizo sentir eso.
La última etapa se trata de eso, de salir de tu cabeza y sentirte bien por el cumplido que te hicieron. La gratitud te puede permitir ser más amables contigo misma y con los demás.
¿Cómo empezar a aceptar los cumplidos?
Para empezar a recibir los cumplidos, de manera que no sientas incomodidad, de acuerdo con Psychology Today se pueden definir tres pasos a seguir: aceptar, amplificar y avanzar.
Aceptar el cumplido de manera genuina en lugar de evadirlo (ya sea que lo invalides de cualquier forma) amplificará tu forma de autopercepción y comenzarás a asimilar o disfrutar los cumplidos. Avanzar será cuando hagas preguntas como forma de aprovechar la oportunidad para conectar más con las personas a un nivel significativo.
Harvard Business Review también brinda algunos consejos para comenzar a reaccionar mejor a los halagos. Por ejemplo, tomar en cuenta que un halago se trata más sobre una experiencia de la otra persona (por ejemplo, que hiciste un buen trabajo y le gustó mucho el resultado) que la tuya (tal vez no te gustó tanto ese trabajo en particular). Entonces, simplemente puedes agradecer que a esa persona le gustó algo que hiciste, en lugar de cuestionar esa experiencia o minimizarla.
También es importante preguntarte cómo aprendiste tu tipo de respuesta a los halagos. Por ejemplo, quizá tus padres preferían devolver el cumplido inmediatamente, ignorarlo o minimizar sus logros; por otro lado, es posible que hayas conocido a una persona que percibiste como engreída, y no quieres sentirte así al aceptar los halagos.
A partir de reflexionar por qué respondes a los cumplidos como lo haces, puedes comenzar a trabajar en cambiarlo.
Cambiar tu respuesta normalizada a los cumplidos no será de la noche a la mañana, el tiempo y la práctica comenzarán a trasformar tu relación con los cumplidos.
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