Las emociones intensas pueden generar diversas reacciones en el cuerpo humano, dando paso a la llamada “alergia emocional“, que se manifiesta con reacciones del sistema inmunitario en múltiples formas. Esta condición se origina a raíz de estímulos que varían en cada persona, como respuesta a sentimientos difíciles de gestionar.
¿Realmente existe? Conoce más sobre este tipo de alergia, su relación con las emociones y cuáles son sus síntomas principales.
Qué es la alergia emocional
Según la definición de Mayo Clinic, las alergias son reacciones del sistema inmunitario ante agentes extraños. El organismo se encarga de generar anticuerpos que localizan a estos componentes como dañinos y ponen en marcha un plan para mantenerlo a salvo.
Entre los síntomas que las alergias ocasionan se encuentra el goteo nasal, sarpullido, irritación, estornudos, inflamación de una zona del cuerpo, y en casos graves, ataques de asma, explica Medline Plus.
Los cinco tipos de alergias más conocidos son la estacional, la cutánea, la alimentaria, la de interior y la conjuntivitis alérgica, detalla el portal especializado La Alergia. A este grupo de padecimientos se suma una variante que ha ganado relevancia los últimos años, denominada alergia emocional.
La farmacéutica de Rino-Estebel, explica que un tipo de conjuntivitis está relacionada con el aspecto emocional, puesto que no se deriva de un patente alérgeno, sino que es la reacción del cuerpo a sentimientos fuertes y altos niveles de estrés.
También puede empeorar los síntomas de las personas con alergias conocidas, al disminuir la capacidad del cuerpo para defenderse de aquellos elementos que representan una amenaza para el sistema inmunitario.
Causas y síntomas de la “alergia por emociones”
Un artículo de Top Doctors sugiere que la relación entre las emociones y las alergias radica en la sensibilidad y temple de cada personalidad, debido a que esto influye directamente en las reacciones del cuerpo humano ante alteraciones sentimentales.
Los síntomas de la alergia emocional son muy parecidos a los de las demás variantes conocidas, cambiando en intensidad y duración. Estas reacciones por emociones se manifiestan comúnmente en forma de urticaria, enrojecimiento, ojos llorosos o escurrimiento nasal.
Por lo que es posible que en episodios estresantes, traumáticos o difíciles de digerir, el cuerpo envíe señales a modo de defensa. Para las alergias, usualmente se implementa un tratamiento médico que lo controle, ya que no son curables.
En el caso de la alergia emocional, la solución primera sería la correcta gestión de emociones. En caso de que los episodios sean demasiado recurrentes y las molestias se intensifiquen, lo ideal es buscar un diagnóstico médico.
Ahí se evaluarán los motivos detrás de estas manifestaciones, así como la posibilidad de canalizar al paciente con atención psiquiátrica que contribuya a manejar las reacciones emocionales, o de ser necesario, diagnosticará algún padecimiento que las desencadene, como ansiedad y depresión.
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