A todas nos ha pasado que realizamos un ejercicio sin haber calentado antes. A lo mejor podrías pensar que esto no es tan grave, pero a la larga puede traer consecuencias negativas en tu cuerpo.
Como toda actividad física, es necesaria una preparación antes de realizarla y, aunque calentar puede añadir unos minutos más a tu rutina, vale totalmente la pena y te contamos la razón.
Qué es el calentamiento y por qué es importante
El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), informa que el propósito del calentamiento antes de cualquier actividad física, es prepararse mental y físicamente para la actividad que elegiste, por ello, es fundamental antes de un entrenamiento.
Según Harvard Health Publishing, el calentamiento es importante debido a lo siguiente.
- Aumenta tu frecuencia cardíaca (la sangre bombea más rápido a tus tejidos y músculos, permitiendo que llegue más oxígeno a ellos) para que tu cuerpo esté listo para la actividad a realizar.
- Los músculos y articulaciones se activan, lo que mejora la eficiencia y rango de movimiento. Es decir, las conexiones entre nervios y músculos se ponen en marcha para estirarse y adaptarse a los ejercicios.
Por lo tanto, al realizar el calentamiento de manera adecuada, reduces el riesgo de sufrir lesiones en el futuro.
Qué pasa si no calientas antes de hacer ejercicio
El Instituto Nacional de Fitness y Deporte de la Universidad de Indiana advierte que, cuando te saltas el calentamiento, haces que tu cuerpo sea más susceptible a esguinces musculares, calambres y otras lesiones.
Estos son algunos de los riesgos de NO calentar antes del entrenamiento.
1. Mayor riesgo a sufrir lesiones
Como mencionamos anteriormente, el calentamiento aumenta el flujo sanguíneo en los músculos.
Cuando has pasado tiempo sin actividad, tu cuerpo está frío y rígido, y los músculos son menos flexibles y móviles. Por lo tanto, son más propensos a lesionarse, sufrir torceduras, esguinces o desgarros cuando los usas de manera repentina.
2. Disminución del rendimiento
El calentamiento no se trata solo de evitar lesiones sino que, en realidad, tiene un papel importante en tu rendimiento. Además del aumento del flujo sanguíneo, el calentamiento aumenta la temperatura de tus músculos y del cuerpo en general.
Cuando tu cuerpo está frío, es menos eficiente para producir y utilizar energía. Esto significa que tendrá menos energía disponible durante su entrenamiento, lo que puede resultar en una disminución del rendimiento. Por el contrario, a mayor temperatura, la hemoglobina de la sangre libera oxígeno más rápido y fácil.
3. Mayor riesgo de dolor y fatiga muscular
Cuando entrenas sin calentar es más probable que experimentes dolor muscular o fatiga después del entrenamiento. Esto se debe a que sus músculos no están preparados para las exigencias del entrenamiento; en consecuencia, reciben una tensión innecesaria y excesiva, y es más probable que se dañen.
Ejercicios para comenzar
El tipo de calentamiento que necesitas depende de la actividad a realizar. La recomendación de expertos del Harvard Health Publishing, es que para aquellas actividades de intensidad moderada, puedes marchar en el mismo lugar durante unos minutos y mover los brazos en círculos. Pero por ejemplo, para intensidad intensa, se necesita todavía más preparación.
No olvides estirar después de tu entrenamiento.
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