En cualquier aspecto de la vida, en general, existe una especie de reglamento no escrito que detalla cuáles son los comportamientos adecuados para cada circunstancia o lugar. Conocidos tradicionalmente como etiqueta, forman parte de los aspectos imprescindibles para garantizar una experiencia agradable a cualquier persona, en el caso de centros deportivos también hay una serie de reglas de convivencia. En el gimnasio, no deben olvidarse en cada visita.
A continuación enlistamos algunos de ellos.
Reglas de convivencia en el gimnasio que deberías tener en cuenta
1. Respeta a todas las personas del lugar
Sé amigable. No se trata de que te hagas amiga de todos ahí, basta con que tengas buena actitud evitando en mayor medida cualquier situación problemática. Entrenadores, asistentes, personal de limpieza, recepcionistas, cualquiera merece el mismo respeto.
2. Cuida el mobiliario
El hecho de que estés pagando una cuota para poder usar los aparatos, no quiere decir que puedes dañarlos, descomponerlos o destruirlos. Verifica que los estés usando correctamente. Si los dañas, además de obstruir tu entrenamiento, afectará a terceros que se ejerciten ahí.
3. Mantén ordenada el área que ocupes
Si hay casilleros, guarda ahí tus pertenencias, dejando fuera las que obligatoriamente necesitas tener a la mano. De no haber lockers, procura mantener todas tus cosas organizadas cerca de ti, de modo que puedas vigilarlas y no obstruyan el paso.
Cuando uses mancuernas, discos, barras u otros equipos, devuélvelas a su sitio. Dejarlas tiradas podría ocasionar accidentes.
4. Comparte los aparatos
En horarios específicos los gimnasios suelen llenarse, y lo más factible en estos días es alternar el mobiliario con una o más personas. Así todos podrán hacer sus rutinas efectivamente y sin retrasos. Si te preocupa que en las pesas, por ejemplo, debas estar cambiando los discos, trata de llegar a un acuerdo con quienes vas a alternar, para que al terminar cada uno regrese la máquina con el mismo peso que la encontró.
5. Platica con un tono de voz moderado
Para muchas personas puede resultar molesto que haya demasiado ruido, algo que si bien es inevitable en un gimnasio, sí se puede controlar con la disposición de cada asistente.
Supongamos que vas con amigas, platiquen en un tono de voz moderado, sin gritos que pudieran desconcentrar a los demás. Y, definitivamente, gritar o hacer sonidos guturales demasiado exagerados cada que cargas peso no es una opción.
6. Restringe el uso de tu celular
Concéntrate en lo que estás haciendo y trata de usar el celular lo menos posible. Está bien sacarlo para cambiar la música o para responder algún mensaje urgente, pero quedarte mirando redes sociales como si estuvieras en casa es una de las reglas de convivencia en el gimnasio que debes tener grabadas. Sobre todo porque hay más personas esperando usar el mismo aparato que tú o simplemente porque el área debe estar despejada.
7. No invadas la privacidad de nadie
Hay quienes están ambientándose al gimnasio por primera vez en su vida y lo que menos necesitan es que alguien le haga sentir incomodidad. No invadas la privacidad de nadie, lo que incluye no mirar insistentemente a quienes están a tu alrededor, cotillear sobre su aspecto o desempeño, ni tomarles fotografías sin su consentimiento.
8. Sigue las instrucciones del lugar
Cada establecimiento tiene su propio reglamento, diseñado para que sea un espacio seguro y agradable. Usualmente estos mencionan cosas muy sencillas de lograr y hasta lógicas, como no fumar, por decir algo.
De percibir alguna actitud extraña o tener problemas con otros asistentes, informa al personal encargado inmediatamente.
9. Limpia las máquinas cada que termines de usarlas
Admitámoslo, no hay nada más molesto que querer usar una máquina y que al acercarnos esté llena de sudor, saliva o cualquier cosa que no debería estar ahí. Para esto lleva una toalla con la que puedas limpiarlas cada vez que termines.
Incluso podrías llevar algunas toallitas desechables en tu maleta, por si notas que hay alguien que deja el mobiliario sucio, amablemente le puedes ofrecer una para que deje todo radiante.
10. Evita derramar líquidos y alimentos
El esfuerzo físico ocasiona en muchos casos sensación de sed o de hambre. Para saciar la primera, lleva agua en una botella que se pueda sellar, o bien, que sea posible rellenar ahí.
En cuanto a la comida, de preferencia evita comer en las instalaciones, ya que existe el riesgo de que todo el lugar adquiera un aroma que combinado con los olores propios de un gimnasio no sea tan agradable. Sin mencionar que derramar líquidos y alimentos podría ocasionar accidentes.
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