La copa menstrual, los tampones y las toallas sanitarias son las maneras más conocidas y utilizadas por mujeres para absorber la sangre menstrual. Sin embargo, no son las únicas opciones que existen. ¿Has escuchado sobre el sangrado libre? Te contamos qué es y cómo puedes practicarlo.
El sangrado libre se practica desde hace décadas (o tal vez siglos). Pero tuvo un auge de popularidad en 1970. Muchas mujeres practican el sangrado libre, ya sea por motivos de salud, ecológicos, espirituales o monetarios.
Es posible que recuerdes a Kiran Gandhi, la artista y activista estadounidense que en 2015 corrió un maratón mientras sangraba libremente. Su acto provocó una discusión en redes sociales y, aunque ella trataba de combatir los estigmas y tabúes respecto a la menstruación, fue severamente criticada y tachada de “antihigiénica”.
Kiran Gandhi ha dedicado su vida a difundir temas de la cuarta ola de feminismo y el empoderamiento femenino, siendo la menstruación uno de ellos. Muchas mujeres piensan que el acto simbólico de la artista fue adelantado a su época y han seguido su ejemplo al practicar el sangrado libre en sus vidas cotidianas.
Recuerda que, ya sea que quieras probar esta opción o no, solamente tú tienes la decisión sobre cómo vivir tu menstruación.
Sangrado libre: qué es y cómo puedes practicarlo
De acuerdo con la plataforma Flo Health, el sangrado libre es optar por no usar productos para la menstruación. Esta decisión personal es una forma contundente de manifestarse contra el estigma hacia el periodo y los costos de los productos para la menstruación a los que millones de personas no tienen acceso.
Las mujeres que lo practican buscan normalizar la menstruación y dignificar este proceso natural biológico. Mientras que otras lo hacen porque no tienen opción, ya que las toallas o copas no están dentro de sus posibilidades económicas. A su vez, otras lo hacen porque buscan conectar con sus cuerpos y escuchar sus necesidades. Finalmente, hay quienes lo practican porque no les gustan los métodos de absorción que ya hemos mencionado.
A diferencia de lo que piensan muchas personas sobre el sangrado libre, en realidad no es antihigiénico ni afecta la salud de quienes lo practican. No obstante, Flo Health recuerda que la sangre puede contener virus de transmisión sanguínea y es importante considerar la exposición sin consentimiento a la sangre; la plataforma Healthline aclara que el riesgo de contagio es bajo sin contacto directo.
El sangrado libre no se trata de ir por la calle con los fluidos corporales como demostración (a menos que sea un acto de protesta como el de Kiran). Más bien, se trata de escuchar a tu cuerpo e ir a un baño para expulsar la sangre. Si bien la menstruación no es algo que “avisa” o se “controla”, muchas mujeres han referido que al conectar con tu cuerpo, puedes sentir cuando va a bajar.
Así puedes practicar el sangrado libre
Si quieres comenzar a practicar el sangrado libre, puedes seguir estos consejos.
- En los primeros días (que es donde hay más flujo) y mientras duermes, utiliza tu método de absorción actual. Para el tercer o cuarto día, quítate la toalla o tampón y ve al baño con frecuencia, aunque no tengas ganas de hacer pipí.
- Cuando estés en el baño y sientas que tu cuerpo necesita expulsar la sangre, hazlo y así aprenderás a identificar la sensación. Si no, debes esperar hasta que requieras expulsar la sangre.
- Una vez haciendo eso, tu cuerpo comenzará a acostumbrarse poco a poco. Las primeras veces te mancharás y probablemente querrás regresar a tu método, sin embargo, es un proceso que requiere práctica.
- Se recomienda utilizar prendas que permitan el libre paso de tu sangre, como vestidos, faldas o pantalones que no sean ajustados. Asimismo, la ropa interior debe ser de algodón.
- Si te sientes incómoda o crees que puedes mancharte, puedes empezar con el sangrado libre cuando estés en tu casa. O en un lugar en donde puedas lavarte si es necesario.
- Recuerda que debes aprender a familiarizarte con tu menstruación, con el paso de los meses podrás diferenciar entre las ganas de hacer pipí o expulsar la sangre.
Practica el sangrado libre en donde te sientas cómoda, si aún no agarras confianza, puedes utilizar copa o toallas en el proceso. Lo importante es que aprendas a escuchar tu cuerpo y lo que es mejor para ti.
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