¿Eres de las personas que cuando les piden un favor no puede negarse? ¿O del tipo de personas que siempre tratan de ayudar a los demás y por eso terminan descuidando sus propias responsabilidades o haciendo a un lado sus necesidades? En caso de que hayas contestado que sí, déjame decirte que tal vez seas una persona que necesita complacer a la gente; sin embargo, puedes cambiarlo y Nosotras te damos algunos tips para comenzar.
¿Qué son las personas complacientes?
Una persona complaciente es aquella que hace todo lo posible para que los demás se sientan bien, como lo explica un artículo del sitio web Choosing Therapy. Esta actitud se puede confundir con ser amable y servicial, lo cual no es malo, pero se distingue porque este tipo de personas anteponen las necesidades de los demás a las suyas.
Esta forma de ser puede provocar que la persona se sienta emocionalmente agotada, estresada y ansiosa; también puede conducir a un patrón dañino de autosacrificio y autodescuido, según el portal médico VeryWell Mind.
La necesidad de complacer a la gente, por lo regular, proviene de la inseguridad; así que las personas lo hacen con la finalidad de que los demás las valoren y las acepten.
Signos de que eres una persona complaciente
Si todavía no estás segura de que seas una persona complaciente o simplemente te gusta ser amable, te mostramos algunas de las características de cuando esto se convierte en un problema.
- Te resulta muy difícil decir “no”.
- Siempre te preocupas por lo que puedan pensar los demás de ti.
- No cuentas con tiempo libre por las miles de tareas que tienes que hacer.
- Te sientes culpable de poner límites.
- Te disculpas muy seguido con la gente.
- Estás de acuerdo con cosas que no te gustan para sentir la aprobación de los demás.
- No rechazas a las personas por el miedo a ser considerada egoísta o mala.
- Casi no compartes tus sentimientos con los demás.
Cómo dejar de complacer a la gente
Esta necesidad de complacer a la gente puede provocar que una persona descuide su salud mental, emocional y física. Así que te mostramos algunos tips para que dejes esta práctica, pero recuerda que lo mejor es siempre ir primero con un especialista que te ayude a detectar y parar una actitud o comportamiento que haga daño a tu salud mental o afecte tu calidad de vida.
1. Recuerda que tienes opciones
Una de las primeras cosas que debes hacer es darte cuenta de que decir “no” es una opción perfectamente válida y no necesitas decir “sí” a todo, dice el sitio web PsychCentral.
2. Establece límites
Después trata de establecer límites con las personas que te rodean; en caso de que sientas que te piden demasiado, dilo de forma clara.
Debes estar consciente de que cuando comiences a establecer límites tus relaciones cambiarán poco a poco, pero eso está bien.
“Quienes se pongan a la defensiva o se molesten tal vez son quienes más se benefician de tu estilo de vida complaciente”, dice la terapeuta Keischa Pruden a PsychCentral.
Trata de decir “no”, para empezar puedes practicar con algún familiar o amigo cercano. Pero si se te complica en otros ámbitos, trata de contesta de otra forma como “me siento honrada, pero alguien más puede dedicarle el tiempo que merece a eso”, o “se me dificultaría encontrar el tiempo para eso”.
Hay otras maneras de decir “no” sin pronunciar esa palabra de una sola vez, pero también debes recordar que “no” es una respuesta completa: no tienes que justificarte siempre.
3. Crea un mantra
Si te sientes insegura de decir “no”, puedes crear un mantra y colocarlo donde lo veas con frecuencia, ya que te dará ánimo.
“Un ‘no’ a ellos es un ‘sí’ a mí”, “no tengo que justificarme con nadie”, “‘no’ es una oración completa” y “soy la guardiana de mi tiempo y energía”, son ejemplos de mantras que puedes seguir.
También trata de programar un tiempo para ti, en el cual te dediques a ocuparte de tus necesidades y busca cumplirlo siempre.
4. Deja de disculparte
Busca cambiar la manía de disculparte por todo, ya que cuando te disculpas disminuyes tu propio valor y permites que los demás sientan que tus necesidades pueden esperar, según el sitio web Choosing Therapy.
Observa a los que te rodean y descubre si hay quienes solo te buscan para pedirte cosas, en dado caso tómate el tiempo de evaluar la situación y decidir cómo manejarlo.