Todas alguna vez nos hemos preocupado por nuestro aspecto físico, pues es muy común que le tomemos mucha importancia en cómo nos vemos; ya que siempre estamos pendientes del que dirán las demás personas. Sin embargo, estos comportamientos pueden desencadenar un Trastorno Dismórfico Corporal, que puede perjudicar tu vida diaria.
En Nosotras te platicamos más sobre qué es la dismorfia corporal.
¿Qué es el trastorno dismórfico corporal?
El Trastorno Dismórfico Corporal (TDC) es un trastorno de la imagen corporal caracterizado por preocupaciones persistentes e intrusivas con un defecto imaginario o leve en la apariencia de uno, de acuerdo a la Asociación de Ansiedad y Depresión de América.
A las personas con TDC les puede desagradar cualquier parte de su cuerpo, aunque a menudo encuentran fallas en el cabello, la piel, la nariz, el pecho o el estómago. En realidad, un defecto percibido puede ser solo una ligera imperfección o puede ser algo inexistente. Pero para alguien con TDC, la falla es significativa y prominente. A menudo causa angustia emocional severa y dificultades en el funcionamiento diario.
Según investigaciones, El TDC se desarrolla con mayor frecuencia en adolescentes y afecta a hombres y mujeres por igual.
¿Qué causa el TDC?
Respecto al estudio de Johns Hopkins Medicine, se cree que la causa de este trastorno es una combinación de factores ambientales, psicológicos y biológicos. La intimidación o las burlas pueden crear o fomentar sentimientos de insuficiencia, vergüenza y miedo al ridículo.
¿Existen factores de riesgo del TDC?
Nadie sabe la causa del TDC. Por lo general, comienza en la adolescencia. Los expertos piensan que aproximadamente una de cada 100 personas tiene Trastorno Dismórfico Corporal.
Algunos de los factores que pueden contribuir al TDC incluyen:
- Antecedentes familiares de TDC o un trastorno mental similar.
- Niveles anormales de sustancias químicas cerebrales.
- Tipo de personalidad.
- Experiencia vitales.
¿Cuáles son los síntomas de este trastorno?
Algunos síntomas son:
- Preocuparse mucho por un área específica del cuerpo (particularmente la cara).
- Pasar mucho tiempo comparando tu apariencia con la de otras personas.
- Mirarte mucho en los espejos o evitar los espejos por completo.
- Hacer un gran esfuerzo para ocultar defectos, por ejemplo, pasar mucho tiempo peinándote, maquillándote o eligiendo ropa.
- Tratar de ocultar una parte de tu cuerpo debajo de un sombrero, bufanda o maquillaje.
- Hacer ejercicio constante.
- Siempre preguntar a otras personas si te ves bien.
- No creer a otras personas cuando dicen que te ves bien.
- Tener cirugías plásticas innecesarias.
- Sentirte ansiosa, deprimida o avergonzada.
¿Se puede diagnosticar el trastorno?
Un profesional de la salud mental diagnosticará el TDC según tus síntomas y cuánto afecta en tu vida.
Para ser diagnosticada con TDC:
- Debes estar anormalmente preocupada por un defecto corporal pequeño o inexistente.
- Tus pensamientos sobre el defecto corporal deben ser lo suficientemente graves como para interferir con tu capacidad de vivir normalmente.
- Se deben descartar otros trastornos de salud mental como causa de tus síntomas.
Existen otros trastornos de salud mental que son comunes en las personas con TDC. Incluyendo el trastorno obsesivo compulsivo, la ansiedad social, la depresión y los trastornos alimentarios.
¿Cómo se trata el TDC?
Tu médico puede tratar el TDC con terapias y medicamentos, según el sitio Office on Women’s Health.
- Terapia de conducta cognitiva: Este tipo de terapia puede implicar ponerte en situaciones sociales mientras se te obliga a no revisar ni encubrir tus “defectos”. Tu terapeuta también puede pedirte que cambies tus comportamientos o el entorno en el hogar quitando los espejos, dedicando menos tiempo a tu rutina de belleza o no usando maquillaje.
- Medicamentos: Ciertos antidepresivos pueden ayudar con los pensamientos y comportamientos obsesivos y compulsivos.
Someterse a una cirugía estética puede empeorar el TDC. Las personas con este trastorno a menudo no están contentas con el resultado de la cirugía y continúan obsesionadas con defectos imaginarios.