Es un poco extraño qué una amante de la moda como soy escriba que debemos parar de consumir moda, pero recientemente han salido muchísimas notas periodísticas y estudios que establecen que la industria de la moda básicamente está acabando con el planeta y que el fast fashion es la peor de las amenazas para el ecosistema completo.
En este espacio hemos hablado bastantes veces ya sobre el abuso en la moda desechable y las compras compulsivas, les he dado herramientas para hacer compras de manera estratégica y asertiva, les he hablado sobre el ‘upcycle’, la moda circular y el reúso de las prendas para no generar una sobreproducción, incluso me he puesto de ejemplo para solo comprar lo necesario y desafiar la creatividad utilizando las mismas prendas de nuestro guardarropa. Pero, a como van las cosas, pareciera que esto no es suficiente y que más bien tenemos que dejar de consumir y comprar ropa… ¡para ayer!
Ya tenemos ropa suficiente
Pero, ¿por qué tanto drama? La realidad es que en estricto sentido y, según los estudios presentados, la ropa que existe actualmente en el mundo ya es suficiente y no necesitamos más, así de rotundo. Incluso, leyendo e investigando he encontrado que ciertos países de África y Asia han prohibido las importaciones de ropa de segunda mano porque tienen demasiado stock y lo que “sobra” es enviado a campos en donde básicamente la ropa es olvidada y abandonada peor que trapo viejo; estos países ya ni siquiera están interesados en estas importaciones ya que que la merma y la contaminación es mayor que el beneficio que representa.
Hace poco leía un estudio que hablaba sobre cómo incluso la creación de prendas sustentables y orgánicas producidas en masa pueden crear el efecto contrario al deseado… y es que el exceso mata, literalmente.
Actualmente no existe un método certero para medir el impacto real en el ambiente sobre cada una de las prendas creadas en la cadena de productos de moda y mucho menos el conjunto y masificacion de las mismas.
Por otro lado la industria es muy fuerte y es básicamente la base de empleo de millones de personas alrededor del mundo; cortarla de tajo implicaría la perdida de muchísimos empleos, ingresos y sustentos familiares. El mundo también entraría en crisis si de pronto todas las tiendas o comercios, proveedores y anexas que están relacionados con la industria se esfumaran como espuma en el mar.
Tenemos que dejar de consumir moda
Entonces, ¿cuál es la solución? ¿Dejar de consumir al 100%? En realidad no, ya que como lo menciono arriba, también el paro total en la industria tendría una repercusión dramática en la economía global. Sin embargo, sí podemos hacer ajustes importantes en nuestros habitos para ayudar a restablecer un poco el balance ecológico.
En primer lugar hacer compras estrictamente necesarias y ponderar la calidad sobre lo efímero. La ropa de segunda mano y el trueque entre familia y amigos también es una práctica saludable y promueve el consumo responsable. Cada que tu impulso te lleve a comprar, pregúntate si de verdad es necesario. También es importante evaluar y cuestionar a las empresas a las que les compramos ya que el cambio viene desde arriba y se deben coordinar para buscar nuevas formas que dañen menos al planeta.
En moda también hay que pensar más en lo colectivo que en lo individual, al final todos vivimos en el mismo planeta, ¿cierto?
Con cariño,
Gina
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