La depresión no solamente es sentirse triste, puede convertirse en una enfermedad grave que termine con la vida, por ello es importante la prevención, así como tomar un tratamiento a tiempo cuando se padece.
Actualmente es uno de los problemas más importantes de salud pública a nivel mundial, ya que aproximadamente 280 millones de personas viven con esta enfermedad, según datos revelados por la OMS en 2023.
Es 50% más frecuente que la padezcan mujeres que hombres y más del 10% de las embarazadas y mujeres que acaban de dar a luz la experimentan.
El peligro de la depresión es que puede comenzar de manera silenciosa e ir aumentando gradualmente. Para entenderlo mejor, mi terapeuta me lo explicó con una analogía: “la depresión es como la humedad, un día te das cuenta que hay una manchita en tu pared y la dejas pasar porque es pequeña, pero en un abrir y cerrar de ojos se expande hasta que invade todo el espacio”.
Puedes estar deprimida sin saberlo, pero hay señales que tu cuerpo te manda para alertarte, las cuales suelen disfrazarse normalmente con “achaques” menores; algunas de ellas son las siguientes.
Cuáles son los síntomas físicos de la depresión
- Cansancio o fatiga: Sentirás que por más que duermas, no descansas, por lo que no tendrás energía y físicamente se te notará en las ojeras. Incluso pueden llegar a dolerte los músculos o darte calambres.
- Cambios en el apetito: Puede ser que de repente tengas mucha hambre y antojos o todo lo contrario, que se te inhiba el apetito, por lo que hará que subas de peso repentinamente o comiences a bajar, según sea el caso de tu organismo.
- Piel y pelo secos: Aunque te pongas cremas o ungüentos hidratantes, tu piel y tu pelo se verán secos, opacos. En algunos casos también hay pérdida anormal del cabello.
- Dolores crónicos: La depresión te puede causar dolores de cabeza y/o de estómago que no se te quitarán, no suelen ser tan fuertes pero son crónicos y no se pasan tomando analgésicos.
- Coordinación motriz: Te sentirás torpe o lenta, como aletargada. Notarás que las cosas se te caen o resbalan frecuentemente.
- Concentración: Te costará el doble de trabajo realizar tus tareas diarias y retener información.
- Trastornos en el sueño: Puede ser que duermas más de lo normal o que padezcas insomnio.
- Ansiedad e irritabilidad: Comenzarás a sobrepensar todo más de la cuenta y de la nada llegarás a sentir angustia que puede estar acompañada de sudoración.
- Pérdida del deseo sexual: Cuando tienes depresión disminuye la serotonina en el cuerpo, por lo que la líbido baja y esto puede reflejarse no sólo en la falta de ganas de tener sexo, sino en la nula excitación y, por lo tanto, en la ausencia de lubricación vaginal.
- Problemas menstruales: Notarás irregularidad en el periodo menstrual no sólo con retrasos o adelantos, sino en la cantidad del flujo y, en casos más severos, en la pérdida total de la menstruación.
La depresión se manifiesta en diversas etapas, por ello es importantísimo que desde el inicio sea diagnosticada para combatirla. Es una enfermedad curable cuyo tratamiento consiste en terapias psicológicas y/o medicamentos, depende el grado de avance.
Cuida tu salud mental porque es la base de todo el bienestar y como mujeres es doblemente importante que lo hagamos pues somos más propensas a padecer este trastorno mental.
El cuerpo es sabio y “habla”, a veces “grita” cuando estamos mal internamente, así que aprende a “escucharlo” y nunca te abandones.
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