Una mamá debería ser el lugar más seguro del mundo para un hijo y el primer y gran amor de la vida. Sin embargo, no siempre es así y lamentablemente hay mamás que son las verdugos de sus retoños.
Es importante poner límites a la violencia y al abuso físico o emocional causado por mamá porque puede costar trabajo identificarlos, además de llegar a normalizarlos y, por ello, no poder frenarlos.
Incluso los expertos (los psicólogos) se tardaron en hablar del tema, en analizarlo, en investigarlo y en ponerlo en el “foco” de la atención mundial.
Fue hasta inicios de los 2 mil que Susan Forward -terapeuta, conferencista afamada a nivel internacional y escritora de varios bestsellers-, se atrevió a publicar un libro que habla sobre los padres abusadores, el cual se titula: “Padres que odian”.
El libro que se volvió un bestseller en Estados Unidos presenta un análisis de los diferentes tipos de familias tóxicas que pueden existir, bajo el objetivo de ayudar a identificar y curar las heridas que deja el maltrato de los padres en los hijos y que van mermando sus relaciones y su vida adulta.
En diversas conferencias, la autora ha mencionado que su objetivo al escribir este libro y hacer un análisis a profundidad con papás y mamás abusivos fue ayudar a los hijos víctimas a liberarse de los traumas que les ocasionaron para que no sigan repitiendo el mismo patrón tóxico con sus parejas o hijos; además de ayudarlos a recuperar sus vidas.
¿Cómo identificar a una mamá maltratadora?
Según información de Mundo Psicólogos existen una serie de comportamientos que pueden ayudarte a identificar el abuso por parte de tu mamá.
Es importante mencionar que el nivel de violencia puede aumentar, así que los siguientes ejemplos son los primeros focos rojos porque los más claros son los abusos sexuales por parte de ella o de otras personas, pero con su consentimiento.
- Te regaña y critica constantemente: Tú sabes que no son regaños normales para educar, sino que sientes que literalmente tu mamá es tu peor bullying.
- No pasa tiempo contigo o no te permite tener una vida sin ella: Aquí pueden existir dos patrones de conducta, el primero en el que sientes que ella se abruma con tu presencia y te aleja lo más que puede, algo anormal que no se justifica ni con la carga de trabajo o de responsabilidades; o todo lo contrario, que sientes que no puedes tener una vida además de ella porque te hace sentir mal o culpable si la dejas fuera de tus planes.
- Minimiza tus sentimientos: Cuando tratas de pedirle un consejo o que simplemente te escuche, ella automáticamente invalida lo que sientes, haciéndote quedar como una exagerada.
- Es fría, no te demuestra amor y comprensión: Si cuando le pides contacto físico, como un beso o un abrazo se molesta, es una gran red flag; igualmente si le pides un consejo o apoyo emocional y te lo niega siempre.
- Le tienes miedo: Esta es una red flag muy clara de violencia, si te da miedo tu mamá es porque ha sembrado en ti el abuso emocional y/o físico.
- Te chantajea o manipula: Para hacerlo usa la culpa, es decir, te hace sentir mal para conseguir lo que quiere que hagas.
- Te golpea: Si desde niña te daba pellizcos, manazos, nalgadas o jalones de pelo constantes y ahora de adulta lo cambió por cachetadas, empujones o jaloneos.
La terapeuta Susan Forward asegura que haber crecido con padres tóxicos hace que los hijos se “envenenen” y que esas heridas causadas por sus abusos pueden no curarse nunca, por lo tanto, en la vida adulta se convertirán en personas sombrías y autodestructivas que no confían en nadie, que no se quieren a sí mismas, que sienten que no valen la pena o que nunca podrán lograr nada.
El amor de una madre es el primero que conocemos en la vida, la forma cómo nos enseñan a amar es el patrón que repetimos en la vida adulta, a menos que vayamos a terapia y tratemos de modificar estos conceptos y patrones aprendidos, así como sanar las heridas de la crianza tóxica.
Y peor aún, puede ser que estés en la vida adulta y sigas siendo víctima del maltrato de tu mamá y la sigas justificando, pero mientras eso pasa ella te seguirá “eliminando”.
No hay mamá o papá perfectos pero hay una brecha muy grande y clara entre cometer errores como todo ser humano y ser una persona violenta y abusiva.
Así que si sientes que te identificaste con estas red flags, lo mejor es que busques ayuda de inmediato para que puedas comenzar por ponerle límites a tu mamá y sanes las heridas que te han drenado la vida.
Que sea tu mamá, la mujer que te dio la vida, no justifica que pueda hacer lo que quiera contigo.
AQUÍ puedes leer cómo sí debe ser una mamá.
Comentarios.-