Este domingo, durante la transmisión por televisión abierta del programa “La Casa de los Famosos”, una frase provocó molestia e indignación en cientos de usuarios de redes sociales. “Una mujer menos para maltratar”, fue lo que dijo el influencer Adrián Marcelo en tono de “broma” tras notar que la expulsada de esta emisión sería mujer.
Te contamos a continuación lo que ocurrió y por qué propagar discursos de odio representa violencia de género.
‘Una mujer menos para maltratar’, dice Adrián Marcelo en La Casa de los Famosos
Desde hace varias semanas, usuarios de redes sociales han denunciado las declaraciones que el influencer Adrián Marcelo ha hecho en contra de sus compañeras. Ha criticado el cuerpo de las participantes del reality show, ha hecho “bromas” sobre cometer violencia en contra de ellas y ha cuestionado la legitimidad de los movimientos feministas.
Colectivas feministas, organizaciones y la Secretaría de las Mujeres de la CDMX se han manifestado en contra de estas acciones.
Este domingo la actriz Gala Montes (participante del programa), mediante la dinámica conocida como “posicionamiento”, señaló las conductas violentas de Adrián Marcelo. Montes mencionó una declaración que el influencer hizo, en la que él amenazó que ella “conocería la verdadera misoginia”.
Minutos después el influencer, quien se encontraba en riesgo de ser expulsado en la dinámica del programa, supo que una parte del público lo había salvado y que saldría una participante mujer. Entonces dijo, en tono de broma: “una mujer menos para maltratar”.
Esta burla hacia las acusaciones de violencia en su contra provocó indignación en redes sociales. Algunas cuentas de organizaciones y creadoras de contenido feministas ya se han manifestado, así como figuras públicas.
El humor machista es violencia
Como explica la publicación Las Protagonistas, a cargo de la Universidad Nacional Autónoma de México, la violencia simbólica se hace presente mediante los chistes sexistas; a su vez, este tipo de violencia se encarga de reproducir el machismo y el sexismo.
“El poder simbólico es ‘invisible’ y no es reconocido como tal, sino como algo legítimo, que circula en beneficio del Poder y presupone cierta complicidad activa por parte de las personas sometidas al poder”, cita esta publicación a Vilma Vaquerano del Observatorio de Violencia contra Mujeres.
La Unicef ha explicado mediante campañas como #NoEsBromaEsViolencia, que los actos de violencia suelen ser naturalizados y pueden pasar desapercibidos en bromas y chistes estigmatizantes.
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