Por un buen tiempo, hemos conocido una gran variedad de casos de personas de industrias como la actuación y la música que han revelado el pasado complicado que vivieron en algún punto de sus vidas, dejando en claro que a pesar de la fama y el reconocimiento que se puede tener, esos no son factores que garantizan tranquilidad o felicidad cuando eres muy joven.
Todas, sino es que la mayoría de personas conocemos a Drew Barrymore y Jennette McCurdy, dos actrices que a pesar de pertenecer a diferentes generaciones, han hecho público lo complicado que es tener una relación disfuncional con sus madres y la manera en que esto impactó en sus vidas.
Durante una sesión del talk show estadounidense “The Drew Barrymore Show”, Drew y Jennette se reunieron para conversar sobre sus experiencias al tener una relación complicada con sus madres mientras incursionaban como actrices infantiles en Hollywood.
El pasado traumático de Drew Barrymore y Jennette McCurdy
1. Una infancia de abusos
Por su parte, en agosto pasado fuimos testigos del lanzamiento de “I’m Glad My Mom Died” o, por su traducción al español, “Me alegro de que mi mamá muriera”, una obra escrita por Jennette McCurdy. De entrada, el título de la obra impactó a millones de personas y seguidores de la actriz; sin embargo, la verdadera sorpresa fue el contenido de ésta, en donde McCurdy relata sus experiencias como actriz infantil y la complicadísima relación que mantuvo con su madre, quien por años abusó mentalmente de ella.
En el caso de Drew, su infancia fue complicada debido al estilo de vida al que su madre la sometió a corta edad, pues la hacía frecuentar lugares donde el alcohol y las drogas eran el pan de cada día. A pesar de su exitoso debut en el mundo de la actuación en la película “E.T.”, a los 13 años fue internada por su madre en un hospital psiquiátrico en donde permaneció un año y medio de su vida.
Tras su salida Barrymore cargó durante años con el resentimiento y el dolor que su madre le había provocado, daño que la dejó marcada de por vida, pero que con el tiempo perdonó y sanó.
2. Reconocer lo que está mal
Durante la charla de Drew y Jennette, se creó una conexión de empatía entre las dos actrices porque ambas relataron lo complicado que fue reconocer las acciones y actitudes de sus madres hacia ellas como abuso.
McCurdy incluso mencionó que, cuando inició con las sesiones de terapia, hablaba de su madre de manera en que justificaba lo que ella le hacía, pues su madre siempre le repetía que todo lo que hacía era por su bien, sin entender que la encaminó a padecer distintos trastornos.
3. Tener una “buena familia”
Las similitudes iban más allá de las relaciones de abuso que tuvieron con sus madres, pues Jennette confesó que tras la muerte de su madre recibió la noticia de que aquel hombre que supuestamente era su padre, en realidad no era su padre biológico y tampoco lo consideró como un padre, ya que durante gran parte de su vida siempre mantuvo una relación de distancia.
Sin embargo, tras una búsqueda Jennette tuvo la oportunidad de conocer a su padre biológico, con quien empezó a convivir para crear una relación en donde ella y sus hermanos pudieran formar lazos con él, pero en el fondo sentía que las cosas no fluían entre ellos. Un click que Drew tampoco sintió con su familia durante su niñez e incluso después de salir del hospital.
4. Saber si vives abuso
Ser una infante que crece en un contexto de abuso es más complejo de lo que se piensa, tanto Drew Barrymore y Jennette McCurdy llegaron a la conclusión de que durante su etapa como niñas no era tan fácil identificar cuáles eran las “red o green flags” de una relación tóxica en el entorno familiar, pues no tenían una referencia en concreto de lo que era bueno o malo y lo que era abuso o no cuando convivían con sus parientes.
Así como Jennette y Drew, en el mundo hay millones de personas que son víctimas de relaciones de abuso, por ello es importante generar conciencia sobre la importancia y el impacto que pueden generar los padres hacia sus hijos si no se trabajan aspectos como la responsabilidad afectiva y los límites.
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