En los últimos años, la crianza respetuosa ha sido un factor valioso en el desarrollo de las infancias y cada vez más se habla sobre este tema. Sin embargo, todavía es muy frecuente que, desde temprana edad, muchas niñas lidian con adultos que perpetúan comportamientos misóginos y las limitan a ciertas actividades, ignorando sus talentos y capacidades. Conoce algunos micromachismos que no se deben cometer con las niñas porque son obstáculos que afectan sus vidas.
Si cuando eras niña no te dejaban tener ciertos hobbies o aspiraciones bajo el pretexto de que “eso solo lo hacen los niños”, debes saber que viviste micromachismos desde que eras pequeña. Pero, ¿qué significa la palabra micromachismo?
Pues, de acuerdo con el Diccionario de la Academia Real Española, un micromachismo es una forma de machismo que se manifiesta en pequeños actos, gestos o expresiones habitualmente inconscientes. Estos actos muchas veces pasan desapercibidos, lo cual los vuelve difíciles de detectar en ciertas ocasiones, y se vuelven maneras aceptadas o “justificadas” de violentar a las mujeres.
Por lo que te dejamos ejemplos claros de lo no se debe decir al criar a una niña. Recuerda que entorpecer el crecimiento y libre desarrollo de niñas pequeñas, puede perjudicar su vida adulta, no lo hagas.
Micromachismos que no se deben cometer con las niñas
1. El rosa es para las niñas
No se sabe a ciencia cierta cuántos colores existen, pero se estima que hay millones de variaciones y tonos que podemos percibir. A pesar de esto, antes de nacer se nos asigna un color: el rosa. Sí, es un color hermoso, pero que sea utilizado para definir el rol en la sociedad de una niña, es muy machista. Algunas pensarán que “solo es un color”, pero todo lo que viene consigo, demuestra que condicionar a infantes no está bien. Los colores no tienen género y no deberían utilizarse para perpetuar los estereotipos y roles de una sociedad machista.
Las niñas pueden vestir del color que prefieran y eso no determina su rol en la sociedad.
2. Las bebés deben usar aretes
Puede que este micromachismo sea el primero que sufren las niñas y es uno de los más cometidos en muchos países. De hecho, es tan “inofensivo” que muchísimas bebés en países como México tienen fotos a los días de haber nacido con aretes puestos. Piénsalo así, ¿cuál es la necesidad de hacerle perforaciones a una recién nacida para que “se vea femenina”? Respuesta corta: ninguna.
3. Las niñas deben ser tranquilas
Este estereotipo alimenta la idea de que las niñas deben estar sentadas quietas mientras los niños corren, juegan y exploran el mundo. Se puede ver en los parques, escuelas y fiestas infantiles, cuando todavía muchas niñas son reprimidas con la excusa de que “pueden manchar su vestido”, los niños tienen opciones diversas para desarrollarse. Las niñas merecen usar ropa cómoda que les permita moverse y tener espacios para ellas.
4. Las niñas no pueden hacer deporte
Hace poco, se viralizaron varios videos de mujeres a las que no les permitieron practicar artes marciales solo por ser mujeres. En cambio, las inscribían a danzas o deportes “femeninos” que ellas no querían aprender. Esto se vuelve particularmente grave cuando las niñas no pueden ni siquiera disfrutar o ver deportes “masculinos”. ¿Por qué le negarían el derecho a la recreación a una niña, solo por serlo?
5. Las ciencias sociales y artes son para niñas
La cantidad de niñas que han sido excluidas de disciplinas como las matemáticas, química, robótica o física, es enorme; se da por hecho que, por ser mujer, no serás buena para ninguna de ellas. En cambio, se piensa que la poesía, el canto o las manualidades son “cosa de niñas”. Aprender y desarrollar habilidades cognitivas deben ser actividades para niñas y niños, las inteligencias múltiples son una realidad y limitar a las niñas solo logrará que el mundo pierda a futuras científicas e ingenieras.
6. Fomentar cánones de belleza
Limitar y restringir ciertos alimentos a niñas desde temprana edad, puede desencadenar trastornos de conducta alimentaria. Desde no dejarlas comer dulces o pastel en fiestas infantiles, hasta fomentar dietas para que bajen de peso.
La alimentación de las niñas debe ser balanceada y con énfasis en lo que su cuerpo necesita, no en cómo “se debe ver” un cuerpo. Lo peor de este micromachismo es que muchas veces no se les limita por cuidar su salud, si no, para evitar que “sean gordas”; porque claro, las niñas deben ser delgadas porque ese es el estándar.
7. Juguetes definen su rol en la sociedad
Comprarle juguetes que estimulen su desarrollo mental, es la mejor opción. A pesar de esto, los juegos también han dado pie a que las niñas sean condicionadas a ser madres o amas de casa, como si no hubiera otra opción.
Los juguetes, al igual que los colores, tampoco tienen género.
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