“Yo y las que no necesitamos iluminador porque tenemos brillo propio”, dice Paola Alonso en un video de su exitosa cuenta de Instagram. Ella hace referencia a la piel grasa, una condición que a menudo es invisibilizada en una industria del skincare que parece enfocarse en estándares excluyentes.
La creadora detrás de la cuenta Skin Army se caracteriza por hacer contenido enfocado en el cuidado de la piel de una manera realista, sin pretender que todas tenemos las mismas condiciones y el mismo acceso a productos, ni ocultar que ella misma ha tenido sus batallas en esta área de la belleza.
Por esta razón ha creado una comunidad sólida, donde la aportación de otras experiencias es bienvenida y la recomendación es formar un criterio propio mediante el consejo de especialistas y las vivencias propias.
Platicamos con ella sobre sus inicios en el mundo del skincare, desde que intentaba negar el acné hasta llegar a la aceptación radical (un concepto que debes conocer) e inspirar a otras chicas.
‘Empecé en el skincare antes de que lo fuera’
Hace aproximadamente una década, la conciencia sobre las rutinas de skincare no era la misma que ahora, a menos de que tuvieras una condición específica de la piel. “Me da risa que yo empecé en el skincare antes de que fuera skincare, cuando era literalmente jabón para la cara y ya”, cuenta Paola Alonso.
“Yo inicié prácticamente desde los 10, 11 años, de manera amateur en el sentido de que no sabía lo que estaba haciendo. A los 11 empecé a entender un poquito más porque yo tengo problemas hormonales, entonces a partir de esa edad tuve mi primer periodo y tuve un problema hormonal en mi cara”. En ese tiempo comenzó a tratarse por el acné que se manifestaba en su rostro. “Para mí el cuidado de la piel empezó 100% enfocado por eso”.
Actualmente Paola habla sin problema alguno sobre tener acné, pero por mucho tiempo se trató de algo que ni siquiera aceptaba para sí misma. Como nos cuenta, llegó a perderse de actividades que disfrutaría y utilizar maquillaje muy joven para ocultar esa condición.
“Lo curioso es que no sé si lo acepté en algún momento cuando era tan chica. Voy a hacer una analogía un poquito fuerte pero es casi como cuando eres adicto a algo y no lo quieres reconocer”, explica. “Como que siempre queremos justificarnos o tratar de buscar algo que no nos haga ver la realidad”.
Ella tenía una condición de acné bastante fuerte, pero utilizaba frases como “son cosas de la edad” o “se va a quitar” para olvidarse de eso. Al mismo tiempo, ocultaba las marcas con maquillaje.
“Es como cuando ves a los demás y dices ‘ay, pero yo no estoy así’. Empecé a usar maquillaje a esa edad porque me daba mucha pena mi cara. Era mucho más sencillo correr al baño y ponerme la base de mi mamá que ni me quedaba, que aceptar que sí tenía un problema en la piel”. Según recuerda, fue hasta los 21 años que aceptó la condición de su piel.
La creadora de contenido agradece que hoy en día hay más visibilidad y se habla de condiciones como el acné, “pero la realidad es que yo crecí sin ver un rostro como el mío, yo no veía una cara llena de brotes como la tenía yo, la realidad es que la gente te rechaza, puede hacerse pensamientos o ideas que no son ciertas”.
La aceptación radical
Paola admite que la relación con su piel es buena en la actualidad, pero esto es el resultado de un proceso que tomó años y no necesariamente es como se podría imaginar.
“No es de ‘ay, amo mis granos’, la neta no. Vivo en una sociedad donde eso es golpeado pero prefiero, y eso lo aprendí en terapia, la aceptación radical. De que ‘ay sabes qué, tengo granos y no me gustan, termino con manchas pero pues estoy haciendo lo mejor que puedo con lo que tengo. Llevo una rutina que me regula, al final del día mi piel se va a arrugar menos. tratándole de ver el lado bueno”.
A los 11 años, Paola jamás hubiera permitido que la vieran sin maquillaje. Ahora sube contenido a cara lavada, no utiliza filtros desde hace años y habla abiertamente sobre el acné o el cuidado de la piel grasa.
Todavía llegan críticas de personas que no han visto realmente su contenido. “Yo sé que hay gente que no me conoce y dice ‘tú hablas de la piel, tú que estás cacariza’, pero es un súper logro y ahorita siento que mi relación es muy buena, me siento en un buen momento. obviamente hay recaídas y a veces tengo que volver al derma, pero ahorita estoy bien”.
La aceptación radical es un concepto que la creadora de contenido ha empleado en otras condiciones como la dismorfia corporal.
“Vivimos en una sociedad bien agresiva, en que estando en una corporalidad distinta cuando tenía la peor relación con la comida de mi vida y mi salud mental estaba desplomada, y desgraciadamente la gente me trataba mejor y me decían ‘qué bonita te ves, ¿por qué no has hecho esto antes?’. Es aceptar radicalmente y negociar qué es lo importante para una”.
En su caso, ahora lo importante es no perderse las cosas realmente significativas. “Muchas veces me restringí de ir a pijamadas o fiestas en alberca para que no me vieran, y ahora digo ‘es una estupidez, sí lo tengo pero ya qué, me vale’. Lo importante para mí es pasar tiempo con mis seres queridos”, relata.
Aunque la aceptación es un tema que se presenta en Skin Army, ella no se considera activista ni cree en el concepto de amor propio que suele manejarse en redes sociales. “Me choca, lo detesto. Porque siento que deberías vivir y ya, no tienes siquiera que amarte todo el tiempo, me chocan esos discursos. Estamos bombardeadas con imágenes que probablemente el 2% de la población comparte el resto se queda rezagado”.
No compares tus procesos
Cuando le preguntamos qué le diría a las chicas que viven con un problema de acné, explica lo siguiente. “No les voy a decir que la van a pasar bien todo el tiempo pero justamente quisiera que decir date tu espacio, tu tiempo, ten mucha paciencia, trata de no comparar tus procesos porque al final es tu piel.
Sobre todo, es tener la aceptación radical, porque todo tiene un lado bueno y uno malo”.
Paola admite que se perdió de muchas fiestas, actividades con sus amigas o ir a la playa, pero ahora jamás se privaría de estas experiencias por miedo a mostrar su rostro. Y aconseja lo mismo a sus seguidoras. “Hay que entender que no son el centro del mundo y todo mundo está lidiando con sus batallas. Entender que si alguien te presta mucha atención es porque también es autocrítica y la está pasando igual de mal”.
El trabajo de una creadora de contenido
Antes de dedicarse por completo a la cuenta de Skin Army, Paola trabajó en agencias de publicidad e incluso se dedicó al marketing con influencers. Estuvo combinando ambos trabajos por un tiempo, hasta que decidió dar el salto a convertirse en creadora de contenido de tiempo completo.
Ella admite que su trabajo actual tiene un costo mental. Requiere una actualización constante y comienza a tomar cada vez más de tu tiempo.
“Es tan bonito y disfrutable que cruza la línea. Es una actualización constante, una industria que cambia demasiado rápido, es muy complicado transformarte constantemente. Hacerte viral no es difícil pero lo difícil es mantenerte en ello”.
Paola crea contenido con el que se identifica o que vaya de acuerdo con lo que su audiencia quiere, necesita y puede escuchar. A menudo se sorprende de lo mucho que se parecen sus seguidoras a ella. Por eso, algunas de ellas incluso se han convertido en sus amigas cercanas.
Ella se siente satisfecha con su audiencia y aprende constantemente de ella. “Yo sé que mis números no son los más grandes, pero siento que lo que he construido ha sido súper pensado, dedicándole cada parte de mí de una manera más lenta pero consistente”.
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