Cuando alguien te manipula u obliga a decidir de cierta forma respecto a un embarazo, esa persona está violando tus derechos humanos y reproductivos. También es un acto de violencia inducir el aborto de una persona sin su consentimiento y/o conocimiento. Esto último es lo que intentó la expareja de Regina, cuenta ella en un testimonio que se subió a redes sociales.
Recientemente se hizo viral el caso de violencia obstétrica que vivió esta doctora mexicana, cuyo exnovio sigue trabajando en el Hospital Español incluso tras una denuncia formal. Ella acusa que su expareja intentó practicarle un aborto forzado, contaminando su bebida con una pastilla sin su consentimiento.
‘Mi ex intentó poner una pastilla abortiva en mi agua’
‘Me dio todo su apoyo’
A través de una cuenta anónima en TikTok, Regina inicia su video contando cómo conoció a su expareja en los primeros días de 2023, cuando ella estaba empezando su año de internado en el Hospital Español. “Empecé una relación con él el 13 de febrero de ese mismo año, cuando fue muy claro en decir que quería algo serio y exclusivo conmigo”.
Fue el 7 de agosto de 2023 que Regina se hizo una prueba de embarazo que resultó positiva, estando en compañía de su entonces novio. “Él me dio todo su apoyo, reaccionó sorprendentemente bien, me dijo que me iba a apoyar en la decisión que yo fuera a tomar, que al final era mía, y él iba a estar ahí durante todo el proceso sin importar lo que yo decidiera”, narra en el video.
Días después ella le preguntó a su entonces novio qué quería hacer él, “porque aunque fuera mi cuerpo él era parte de esta decisión”. De acuerdo con el relato, él le dijo a Regina que quería tener al bebé y estar con ella.
‘No lo quería creer hasta que vi el video’
Fue otra mujer, la expareja de su entonces novio, quien le advirtió a Regina que él estaba teniendo una relación con las dos al mismo tiempo, y que no quería tener al bebé. Cuando Regina lo confrontó, él negó todo, le reiteró su apoyo e incluso la acompañó a la ginecóloga. Sin embargo, ella decidió terminar la relación.
En su video de TikTok, Regina comparte una captura de pantalla, un audio y un video de seguridad como pruebas de su acusación.
La captura de pantalla es de una conversación que Regina tuvo con la expareja de su entonces novio, donde en una parte se lee lo siguiente. “A mí el viernes me escribió y me dijo que te había puesto misoprostol en tu proteína, pero que agarraste otra y que por eso te invitó a comer y te lo puso en el vaso de agua y como se vería se lo tomó. Y luego que te iba a acompañar a una reunión para ponértelo ahí y ahí fue cuando le dije que estaba enfermo y dejé de hablar con él”.
En la nota de voz que recibió Regina, se escucha a un hombre decir: “ya no sé si hacerlo porque aparte me está dando miedo que ahorita que lo compré en la farmacia pues obviamente hay cámaras y todo, dejé la receta con mi nombre. Siento que si sospechan, investigan, me pueden vincular a mí eso y neta está gravísimo”.
Regina recordó que, ese mismo viernes que se menciona en la captura de pantalla, su entonces novio se ofreció a guardar la mochila de ella en su locker. “Entendí que fue con el fin de contaminar mi bebida de proteína con una sustancia abortiva”.
El video de seguridad que compartió Regina corresponde a un restaurante cercano al Hospital Español, a donde ella acudió a comer con su expareja. En el material puede verse que cuando ella se levanta de la mesa para ir al baño, él saca algo de su pijama quirúrgica, se estira para tomar el vaso de ella, le da un trago y luego aparentemente vierte algo en él.
“Recuerdo que al regresar de la mesa vi que se había caído el vaso de agua”, dice Regina en la publicación de TikTok. “No sé si lo tiró por accidente al estar nervioso o si lo hizo a propósito al notar que lo que había introducido en mi bebida no se había disuelto completamente. La verdad no lo quería creer hasta que vi el video de seguridad del restaurante al que fuimos a comer”.
Una violación a los derechos humanos
De acuerdo con el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), la violencia obstétrica constituye una violación a los derechos humanos. Ocurre en el ámbito de la atención obstétrica en servicios de salud públicos y privados. Consiste en cualquier acción u omisión por parte del personal del Sistema Nacional de Salud que cause un daño físico o psicológico durante el embarazo, parto y puerperio.
Como la organización no gubernamental lo explica, la violencia obstétrica puede manifestarse de formas físicas o psicológicas. Desde el uso de lenguaje ofensivo, el retraso de la atención médica, la discriminación y el trato deshumanizado, hasta las prácticas invasivas (como las cesáreas sin justificación), la esterilización forzada o el suministro injustificado de medicamentos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2021, la prevalencia de la violencia obstétrica contra mujeres de 15 a 49 años cuyo último parto o cesárea ocurrió en los últimos 5 años, fue de 31.4%; es decir, una de cada 3 mujeres sufrió algún tipo de violencia en su último parto.
Las entidades de mayor prevalencia para este tipo de violencia son San Luis Potosí, Tlaxcala y CDMX, mientras las de menor prevalencia son Tamaulipas, Tabasco y Chiapas.
El misoprostol, medicamento que presuntamente la expareja de Regina intentó poner en su bebida, se originó en la década de 1980 con la finalidad de prevenir las úlceras gástricas. En la actualidad también se utiliza para inducir el parto y provocar la interrupción del embarazo en ciertas semanas de gestación.
Este medicamento tiene efectos secundarios que deben discutirse con un médico antes de utilizarse. Además, como enfatizó Regina en su video, su uso inapropiado puede causar complicaciones como hipertonía uterina, ruptura uterina y hemorragia obstétrica.
“En caso de que yo tuviera una reacción adversa al medicamento, él no consideró eso”, dice Regina en entrevista con NOSOTRAS. “Fuera de la intención de haberme intentado poner algo con la finalidad de interrumpir mi embarazo, pues no consideró que el medicamento como tal o lo que intentó poner, a mí me fuera a causar daño”.
Este acto ocasionó un daño psicológico en la doctora. “Después de todo lo que pasó caí en una depresión muy grave, probé como con 5 psicólogas diferentes hasta que me decidí por una. Después de eso decidí que necesitaba más apoyo, entonces también estoy hasta la fecha con una psiquiatra. Más que nada en la salud mental ha repercutido mucho, con antidepresivos, ansiolíticos, insomnio, mucha ansiedad, mucha depresión, eso ha sido lo más difícil”.
‘El hospital no lo corrió’
Tras haberse dado cuenta de lo que ocurría, Regina tomó acción legal y también en el hospital. “Primero me junté con un abogado y presentamos frente al hospital un escrito, ese escrito consistía en la denuncia que yo menciono en el video”, nos cuenta.
Sin embargo, el hospital “no lo corrió ni nada, de hecho ellos sabían que si lo corrían yo iba a soltar la denuncia, y al no correrlo yo decidí continuarla”.
“La primera junta que tuve con enseñanza y con el abogado del hospital, la verdad es que me sentí muy apoyada. Nos dieron a entender como que acciones así no eran permisibles en el hospital. Entonces la verdad mi familia y yo salimos de ahí como muy optimistas con que lo iban a correr. Obviamente ese día lo suspendieron y le tuvieron que explicar por qué. Aparte tuvieron una junta como una o dos semanas después con el comité de expertos para ver el caso y para decidir qué iban a hacer”.
Cuando los funcionarios del hospital informaron al exnovio de Regina del video de seguridad que se tomó en el restaurante, Regina relata que su defensa fue que había puesto un sobre de Splenda en el agua.
Entre que lo suspendieron y pasó la junta con el comité de expertos del hospital, Regina relata que él grabó una nota de voz entre su mamá y su ex, en la que se afirma que ella (quien advirtió a Regina) se había inventado todo. “Desconozco si realmente fue la ex, o si fue una hermana, o si fue la ex y la manipuló. La verdad al principio me sentí muy apoyada y cuando me dijeron que la decisión era que no lo iban a correr, que nada más lo iban a suspender, o sea nos iban a separar para protegerme, no fue definitivamente el resultado que yo esperaba esperando de ellos, porque esta acción se me hizo completamente mal de un médico”.
“Durante mi internado la verdad es que individualmente cada doctor con el que yo platiqué, cada doctor de parte de enseñanza me apoyó mucho. Siempre estuvieron muy al pendiente de mí, el abogado también. Sin embargo, como institución, el Hospital Español pues sí me decepcionó”.
Un proceso desgastante
Aunque Regina admite que no ha percibido su proceso legal como revictimizante, sí ha sido profundamente desgastante. “Ha sido muy tardado, muy desesperante. Creo que conlleva mucha impotencia y ni siquiera sabes si este esfuerzo va a resultar o no, pero lo que sí sabes es que aunque no resulte en este caso queda un antecedente”.
Si bien las acciones que tomó Regina fueron inmediatas, admite que no se trató de una decisión sencilla. “De hecho al principio yo no quería denunciar, solo fue para presentarlo frente al hospital porque estaban pasando muchas cosas, fue todo de un día para otro. Tenía yo muchas cosas encima y pues lo último que necesitaba era el estrés de una denuncia”.
Han pasado ocho meses de que inició el proceso legal, actualmente la doctora está esperando a que se judialice la carpeta de investigación. “Voy a pedir medidas de restricción y estamos esperando a que se judialice la carpeta. No nos han dicho que no va a proceder sino simplemente está tardando demasiado el proceso”.
‘Si quieres contar o no, es tu decisión’
Regina decidió contar su historia en redes sociales no para obtener validación, sino sino deja claro en la publicación que espera que contar su experiencia pueda advertir a otras mujeres. “Me preocupa mucho que esta persona siga ejerciendo medicina y no me gustaría que alguien pasara por lo mismo por lo que yo pasé”.
Aunque no era su intención, en general ha recibido mucho apoyo. “Obviamente me han llegado mensajes más que nada de apoyo y de ‘yo te creo’, ‘yo te apoyo’, ‘yo estoy contigo, cualquier cosa que necesites’, de gente conocida y completamente desconocida. También muchos mensajes de ‘a mí me pasó algo similar’. Creo que ahí radica la importancia en contar la historia, creo que el no quedarnos calladas es lo más importante, lo que más podemos ofrecer”.
“Contar mi historia tenía que ser en un punto donde yo psicológicamente me encontrara bien, porque no es una acción que debemos tomar, o sea creo que contar la historia requiere mucho valor y requiere que la persona se encuentre bien, que no se vea afectada por todos los comentarios que pueden surgir a partir de eso”, explica.
La doctora está consciente de que el proceso de sanación tras la violencia que vivió no es algo lineal, sino está lleno de altibajos. “Obviamente esto es parte de mí y va a seguir siendo toda mi vida. Creo que el duelo es difícil de medir o recuperarse por así decirlo, pero definitivamente hace unos meses no me hubiera atrevido a contar lo que a mí me pasó”.
Cuando le preguntamos qué le diría a una persona que está viviendo una situación similar, Regina aclara que eso “engloba muchas cosas, puede ser desde una relación abusiva, manipuladora, porque claramente él no me estaba diciendo la verdad, situación similar podría ser que están intentando decidir por ti o por tu cuerpo. Creo que engloba muchas cosas pero lo primero que yo aprendí es que lo más importante es que me salí de ahí, que tuve la fuerza para salirme de ahí, de esa relación”.
También deja claro que, “si quieres contar o no esa es tu decisión y se respeta, porque también es muy difícil seguir viviendo sin que los demás sepan que estás pasando por algo tan fuerte. Al final, como digo, es tu experiencia, es tu vida, tú estás viviendo las cosas, la validación te la das tú. Entonces no importa si cuentas tu historia o no, si alces la voz o decidas que no. Lo importante es que tú estés bien y sea tu decisión y lo que a ti te dé paz”.
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