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El día que me volví invisible para mi novio, nació una Bichota

Después de varios años me volví a enamorar, pero otra vez me rompieron el corazón. Todo se terminó el día que me sentí una mujer invisible para mi novio, pues mi amiga lo encontró en Bumble. ¡Sorpresa!  

Hace exactamente un mes estaba plena y feliz, fue mi cumpleaños 39 y lo recibí muy agradecida por la maravillosa vida que he tenido y por las personas que el universo ha puesto en mi camino. 

El primero en felicitarme fue mi novio, justo a las 00:00 horas. Me dijo todo lo que yo era para él y lo agradecido que estaba por habernos encontrado, por supuesto que lloré de felicidad. 

Cuando nos conocimos estaba en pleno duelo por la muerte de mi papá y además vivíamos una pandemia mundial que nos tenía a todos en incertidumbre. A eso le sumamos que tanto él como yo teníamos evidentes patrones tóxicos de relaciones pasadas. 

Nos la pasábamos tronando y reconciliándonos porque había mucha lucha de poderes, pero esta última etapa sentía que estábamos viviendo una relación mucho más madura, después de tanto ir y venir íbamos aprendiendo y mejorando. Pensé que era evidente que queríamos estar juntos para construir algo sano y duradero. 

Foto: Ian Schneider / Unsplash

Pero a veces la vida nos pone unas revolcadas que no esperábamos, aunque siempre creeré que todo lo que pasa es porque así lo teníamos que vivir para nuestro bien. 

Todo lo que quería después de regresar de mi tradicional viaje de cumpleaños al mar con mi familia era celebrar con él, con el hombre que me había robado el corazón por completo, el que había logrado que volviera a confiar ciegamente en el amor y el que le devolvió el “sabor” a mi vida. 

Mi novio me dijo que iba a llevarme a cenar y luego nos escaparíamos a un glamping que yo quería conocer. Pero ese día estaba destinado a no suceder. 

Un jueves, el jueves negro como ahora lo llamo, fui a un baby shower, allí me preguntaron cómo había conocido a mi novio y me puse a contar toda la historia con detalle.

Mientras lo hacía me di cuenta que estaba más enamorada que nunca y sumamente agradecida con la vida porque después de que mi ex me había sido infiel y dejado tan rota, ahora me encontraba con un hombre diferente. 

Sentía que en él había encontrado todo lo que siempre había querido para mí. Esa noche subí una storie a Instagram sintiéndome orgullosa del hombre que tenía a mi lado. 

Foto: Pratik Gupta / Unsplash

Y mientras esto sucedía, ese mismo día, una de mis mejores amigas estaba en Bumble pasando galanes hasta que salió el mío. Ella dice que entró en shock, lo reconoció, leyó su perfil y todo coincidía, así que tomó evidencia de ello. 

Prefirió no decirme nada de inmediato, quería esperar a que fuera fin de semana y estuviera sola en casa para no darme la noticia en el trabajo, pues sabía que sería un golpe durísimo para mí. 

Llegó el viernes, él me mandó un mensaje de voz contándome que estaba llegando a la ciudad para la graduación de su sobrina. Al terminar de reproducir su audio dije: “cómo extraño a mi novio guapo”. 

Ese día mi mamá regresó de viaje así que la invité a comer y después la llevé a su casa y me quedé a dormir allá, teníamos planes para el fin de semana, que era el del Día del Padre. 

Por la noche, mi amiga me mandó un WhatsApp para saludarme y decirme que quería llamarme para contarme algo, pero lo vi muy tarde, en el momento que me acosté. 

Le pedí que me escribiera, pero ella me respondió que me llamaba al día siguiente. Desde ese momento supe que era algo importante y que no podía ser contado por mensaje. 

Al día siguiente, el sábado, le escribí para decirle que me había dejado intrigada, que me contara qué pasaba. Me llamó y me preguntó que qué hacía y dónde estaba, le conté que seguía con mi mamá, entonces me dijo que mejor luego me contaba, que disfrutara el día. 

Foto: Vika_Glitter / Pixabay

Sentí que se trataba de algo que debía saber ya, así que le pregunté si había visto algo, me dijo que sí, le pregunté que de quién y respondió el nombre de mi novio

No puedo explicarles lo que sentí cuando mencionó su nombre, un ardor en el pecho y un cólico en la panza, además de un sudor frío. Fui lo más discreta posible porque mi mamá iba a mi lado en el auto. 

Las palabras que mencionó mi amiga no las voy a olvidar jamás: “lo encontré el jueves en Bumble y tenía que contarte”. Estaba en shock, no podía ser cierto, pensé. 

Lo primero que le pregunté fue si las fotos eran recientes y que si tenía evidencia, me respondió que sí a ambos cuestionamientos. Le pedí que me mandara las pruebas y terminó la llamada preguntándome: qué necesitaba y qué podía hacer por mí. 

No pude responderle eso, cómo puedes pedir que te digan que no es real, que eso no estaba pasando, que no podía estar diciéndome que el hombre del que estaba enamorada, en el que creía plenamente y al que tanto admiraba tenía un frente abierto en una app de ligue. 

Las fotos que mi novio tenía en esta app no eran recientes, tenían un año aproximadamente, pero igual eso no me daba respuestas. No sabía qué sentimiento me dominaba más: dolor, sorpresa, decepción, duda, enojo, incredulidad…

Antes de colgar, mi amiga me pidió pensar bien las cosas, salir del shock y luego decidir qué hacer, pero no pude, inmediatamente le escribí a mi pareja o a quien yo creía que lo era. 

¿Cuál fue su reacción? Ponerse a la defensiva y sentirse ofendido porque le parecía muy bajo que lo metieran en un chisme, así lo definió, agregando que esas fotos eran viejas, de cuando nos habíamos conocido, es decir, lo que no fue en tu año, no es un tu daño. 

Foto: Alexas_Fotos / Pixabay

Lo primero que me cuestioné es quién era él, por qué me estaba haciendo sentir invisible, por qué no me había dado mi lugar, por qué no me estaba demostrando que yo realmente era la mujer con la que quería estar. 

Le dije que no estaba dando nada por hecho pero necesitaba decírselo y saber en dónde estaba parada, pues no se trataba de una escena de celos y drama tóxicos, sino de mi corazón, de mis sentimientos. 

Terminó por decirme que estaba por entrar a la misa de la graduación de su sobrina, que hablábamos después. 

Del shock pasé al llanto, me hizo sentir su “mientras tanto” en lo que encontraba a la mujer con la cual sí construir una relación, como lo dice su perfil de Bumble. 

Mientras transcurrió el día supe que aunque le creyera que no usaba la app, que la tenía pero no la abría, que no la había eliminado simplemente porque “no lo había hecho pero no estaba buscando nada ni a nadie en ella”, como dijo, no podía pasarle que me hubiera hecho sentir la mujer invisible de su vida y que me culpara de creer más en “chismes de una amiga” que en él. Jugó el papel de víctima porque ese siempre es el más fácil. 

Su falta de compromiso, su falta de responsabilidad afectiva y su forma de evadir la situación me hicieron saber que yo no quería estar allí. Lo amo mucho pero me amo más yo y no merezco aceptar eso. Él se equivocó aunque no lo acepte nunca.

Foto: KateCox / Pixabay

Necesito tiempo para saber si le creo o no que no usaba la app; sin embargo, eso no cambiará mi decisión de darme mi lugar y dejar claro que jamás aceptaré menos de lo que merezco. 

“¿Y ahora qué sigue, Vanessa?”, me pregunté al llegar a casa y sentir la soledad en su máxima expresión. Sé lo que se viene, el camino ya lo he andado, al final sé que esto también pasará y que estaré bien, mi vida volverá a recuperar el “sabor” eventualmente.

Con todo esto que me pasó me di cuenta de lo que maduré después de que me rompieran el corazón por primera vez, pues aunque sí siento que me duele hasta el tuétano, estoy tranquila y más fuerte que nunca para no dejarme vencer por el duelo que me toca atravesar. 

Estoy muy orgullosa de mí misma, de lo que he aprendido y del amor que me tengo, el cual será mi mejor medicina para reponerme de este duro golpe. Y aunque hoy me siento rota otra vez, sé que no voy a tardar años en superarlo, como la primera ocasión. 

Pese a todo, no dejaré de creer en el amor de pareja, ni en que existen personas que realmente están dispuestas a construir una relación sana. Yo seguiré entregándome al 100, no tengo miedo de volverme a enamorar. 

Somos humanos y los errores existen, pero evadir la responsabilidad para salir bien librado, es doblemente decepcionante. Nada justifica lastimar a la persona que amas y te ama. ¡NADA! Y como dice Karol G, “yo por hombres no compito”.

Podré tener el corazón roto, pero nunca vacío y la tristeza que hoy siento es prueba de que estoy más viva que nunca.

Ex novio, te quedó muy grande la Bichota, espero que un día sepas lo que fue romperle el corazón a un mujerón como yo. 

  • Leer esta columna mientras escuchan “Lo sabe Dios” de Karol G. 

Comentarios.-

Vanessa Pérez Vanessa Pérez

Subdirectora digital y experta en periodismo rosa, apasionada de contar historias, del futbol y del cine de terror. Durante los años que ha ejercido el oficio periodístico, ha coleccionado historias tuyas, suyas y NUESTRAS. Ahora... llegó el momento de contarlas. 

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