Los cristales, con su misteriosa belleza y cualidades únicas, han crecido en popularidad en los últimos años. Aunque no existen en la actualidad cifras oficiales que respalden esta afirmación, basta con observar el abundante contenido relacionado en las redes sociales sobre sus posibles beneficios, así como el crecimiento de emprendimientos enfocados en la creación de joyería, amuletos y aplicación en diferentes herramientas curativas.
Aunque podría pensarse que se trata de una moda reciente, lo cierto es que la relación entre los seres humanos y los cristales tiene raíces ancestrales. Las civilizaciones mesopotámicas veneraban el lapislázuli y la cornalina; mientras que los egipcios utilizaban gemas como talismanes para la virilidad y la procreación.
Asimismo, en la India, el ayurveda destacaba los poderes curativos de las gemas cuando sus cenizas se ingerían después de la incineración; mientras que en China, el jade simbolizaba el yang, en contraste con el yin.
Por su parte, en las culturas amerindias, como los incas, aztecas y mayas, se empleaban diferentes cuarzos, así como el azabache y la obsidiana, para prácticas mágicas y adivinatorias.
Para qué sirven los cristales
En la actualidad, a muchas piedras se les asocia con la búsqueda de bienestar y salud, como señala la revista Medicina Naturista: “Son considerados agentes terapéuticos por su capacidad de transmitir, transformar y renovar la energía del entorno; son fuentes de color y contienen en su composición química algunos oligoelementos importantes para el beneficio de la salud”.
Cuando se aplican sobre áreas del cuerpo con malestar, pueden influir en la energía vital y restaurar el equilibrio. Incluso tienen beneficios en las rutinas de belleza, como se puede ver en los populares masajeadores faciales elaborados en jade, obsidiana o cuarzo blanco.
¿Herramientas para la salud?
Cuando hablamos de cristales nos referimos a unas estructuras sólidas formadas por minerales que provienen de diferentes lugares del planeta y a los que les confieren diferentes propiedades físicas y químicas. Aunque su eficacia en términos médicos no está respaldada científicamente, muchas disciplinas alternativas se valen del uso de cristales para sanar. A continuación mencionamos algunas.
1. Cristaloterapia o gemoterapia
Se centra principalmente en el uso de cristales con propiedades energéticas específicas para equilibrar la energía del cuerpo y aliviar tensiones. Para cumplir su función, éstos se colocan sobre o alrededor del cuerpo, a menudo en puntos asociados a los 7 chakras.
2. Reiki con cristales
En esta disciplina el terapeuta canaliza energía universal al poner sus manos sobre o cerca del cuerpo del receptor para transmitir la energía curativa, con lo cual se busca desbloquear la energía estancada y facilitar la sanación. En este caso, los cristales se incorporan para aprovechar sus bondades y potenciar los resultados.
3. Elixires
Preparados a partir de sumergir cristales en agua o aceites esenciales para ser aplicados en la piel o tomarse, según corresponda, y promover la armonía. Hoy en día se pueden encontrar termos de vidrio con cuarzos incorporados, para consumir su energía a través del agua.
Es importante recordar que estas prácticas no deben reemplazar los tratamientos médicos tradicionales, ya que deben ser considerados como un complemento para la salud tanto física como emocional.
De igual manera, conviene investigar o asesorarse siempre sobre el uso de determinados cristales y precauciones que podrían tomarse con cada uno, para evitar su mal uso.
Los cristales más populares
Son miles los tipos de gemas y cristales que se pueden usar con distintas finalidades y la selección depende el gusto de cada quien; sin embargo, algunos son básicos, por sus múltiples propiedades y la facilidad con que se pueden conseguir en diversos tamaños y acabados.
- Amatista. Se caracteriza por su color morado y su apariencia translúcida a transparente. Se conoce por su capacidad para calmar la mente, aliviar el estrés y promover la claridad mental, lo que la hace útil para reducir la ansiedad y mejorar la calidad del sueño. En el hogar, se coloca comúnmente en el dormitorio.
- Cuarzo rosa. Se asocia con el amor y la compasión. Se suele usar para fomentar relaciones amorosas y aumentar la autoestima. También contribuye en la sanación de heridas emocionales y promueve la armonía en las relaciones interpersonales. Puedes llevarlo en accesorios o ponerlo en áreas donde buscas fortalecer vínculos afectivos, como el dormitorio.
- Turmalina negra. Con una apariencia opaca, se considera una poderosa piedra de protección energética, pues se cree que absorbe las energías negativas y crea un ambiente de calma y seguridad. Es muy aconsejable tenerla en el hogar o llevarla consigo como protección personal.
- Citrino. Este tipo de cuarzo de color amarillo a amarillo dorado se asocia con la prosperidad y la abundancia, así como atraer energía positiva y riqueza. Además, mejora el optimismo y la autoconfianza. Es ideal para tenerlo en el área de trabajo o la billetera o dentro de un saquito como amuleto junto con otros cristales.
- Ojo de tigre. Con cautivantes betas doradas a marrones que se asemejan al ojo de un felino, esta piedra es conocida por su capacidad de protección y coraje. Además, ayuda a superar el miedo y la ansiedad, y se relaciona con la toma de decisiones sabias y el aumento de la autoconfianza. Si bien se puede llevar como joyería, puede traer grandes beneficios si se coloca en el trabajo.
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