En la búsqueda de prolongar la juventud y mejorar algunos aspectos estéticos en el rostro o cuerpo, los tratamientos cosméticos mínimamente invasivos se han convertido en un recurso cada vez más popular en todo el mundo.
Dentro de las alternativas disponibles en la actualidad, los llamados “fillers” o rellenos dérmicos han ganado terreno, gracias a sus resultados eficaces y esas fotos de “antes y después” que invaden las redes sociales y nos hacen pensar en que quizás sea el momento de empezar a usarlos para darle un retoque a nuestra apariencia.
Si ese es tu caso, hay aspectos importantes que se deben entender antes de decidirse por esta opción y comenzar a usar fillers.
Entendiendo los fillers
Se trata de sustancias gelatinosas que se inyectan bajo la piel para abordar diversos propósitos estéticos, bien sea para combatir signos de la edad o para moldear áreas específicas. Aunque hay rellenos de tipo permanente, aquí nos centraremos en los temporales.
Según el Harvard Health Publishing, estos productos pueden contener una variedad de sustancias, tanto naturales como sintéticas. Uno de los compuestos más comunes es el ácido hialurónico (HA), presente de forma natural en la piel, lo que lo convierte en una gran alternativa debido a su aspecto sutil una vez inyectado. Otros fillers temporales muy usados son el calcio hidroxiapatita, el ácido poliláctico, el metacrilato de metilo y la grasa autóloga, cada uno con características únicas en términos de densidad, duración y textura.
De acuerdo con información del Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, los rellenos faciales tienen una duración variable, con un rango de 6 meses a 2 años.
¿En dónde y para qué se usan?
En general, los beneficios de los fillers son notables, pues lucen muy naturales y pueden estimular la producción natural de colágeno, un componente esencial para la salud de la piel.
- Ojeras. Al rellenar el área debajo de los ojos, los fillers pueden reducir la apariencia de las ojeras y proporcionar una mirada más fresca y rejuvenecida.
- Pómulos. La pérdida de volumen en las mejillas es un signo común de envejecimiento. Los fillers pueden restaurar el contorno de los pómulos y dar una apariencia más juvenil.
- Labios. Los labios voluminosos y sensuales son una tendencia de belleza. Los fillers pueden lograr este efecto y corregir líneas de labios finas.
- Líneas faciales. Las líneas alrededor de la boca y la nariz, conocidas como pliegues nasolabiales, pueden suavizarse con fillers.
- Manos: A medida que envejecemos, las manos también muestran signos de envejecimiento. Los fillers pueden restaurar la juventud de las manos.
Atención a los riesgos de usar fillers
A pesar de considerarse en líneas generales productos seguros y eficaces si son aplicados por especialistas calificados, es necesario conocer algunos de sus riesgos, mencionados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por su siglas en inglés).
- Inyección involuntaria en los vasos sanguíneos. Aunque raro, este riesgo puede llevar a complicaciones graves como necrosis (muerte del tejido) o anomalías visuales.
- Reacciones alérgicas. Algunos fillers pueden causar alergias, por lo que es importante someterse a pruebas de alergia antes de la aplicación.
- Inflamación e infección. Puede ocurrir inflamación o llagas en el lugar de la inyección.
- Migración o ruptura del material. En casos poco frecuentes, el material de relleno puede moverse o romperse bajo la piel.
- Nódulos duros permanentes. Algunos pacientes han desarrollado masas duras en el lugar de la inyección.
Ante esto, para usar fillers siempre se debe elegir profesionales de la salud certificados, con quienes podrás aclarar dudas y expectativas sobre el procedimiento. Asimismo, es indispensable verificar que las sustancias que se usen cuenten con los permisos y regulaciones necesarios en materia sanitaria.
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