Las visitas al ginecólogo o ginecóloga son necesarias al menos una vez al año, pues la salud de tu zona íntima y tu sistema reproductor es sumamente importante. Para la mayoría de las personas esa visita no es lo más esperado del año, pero hay una gran diferencia entre la incomodidad natural de un procedimiento (por ejemplo, el Papanicolaou) o de hablar por primera vez con una persona sobre un tema que te resulta delicado, a que una falta de profesionalismo o mala práctica te vuelva incómoda la consulta.
Es por eso que te contamos algunas cosas que NO son normales en una consulta ginecológica.
Cosas que NO son normales en una consulta ginecológica
Estas son algunas cosas que no deben pasar durante una consulta con el ginecólogo o ginecóloga. ¿Cuáles más añadirías a la lista?
1. Que minimice lo que te preocupa
Las visitas al ginecólogo son para que expreses todas tus dudas y cuestionamientos sobre lo que debería pasar o no con tu cuerpo. La persona es responsable de diagnosticar y tratar posibles problemas que puedes presentar pero, por sencilla que sea tu pregunta, no tiene por qué descartar tus inquietudes o burlarse de ellas.
Si algo te inquieta debes preguntarlo las veces que sea necesario hasta que te quede claro, y la persona especialista debe responderte de manera profesional.
Como indica Arizona Gynecology Consultants, una gran ‘red flag’ que podría servir como ejemplo en este punto, es que el especialista no haga caso o minimice si le dices que experimentas dolor en las relaciones sexuales.
2. Que juzgue tu vida sexual
Únicamente su papel es informarte y brindarte atención sobre tu salud, pero debe existir una línea que no se cruza sobre juzgar tu vida sexual. Si has tenido muchas o muy pocas parejas sexuales, no es algo sobre lo que la persona deba poner un juicio, más allá de darte recomendaciones para cuidar tu salud.
3. Que te toque más de lo estrictamente necesario
Deberá explicarte en todo momento lo que está haciendo y por qué. No debes experimentar ningún tipo de contacto que vaya más allá de la revisión médica. Si te sientes incómoda o sientes que algo no está bien, díselo inmediatamente y pídele una explicación.
4. Que no te den más opciones
Existen diferentes métodos anticonceptivos y cada uno tiene tanto pros como contras; por eso, no cualquier método es ideal para una persona en particular.
Si tu ginecólogo o ginecóloga simplemente te dice “lo que debes hacer”, si te da una sola opción como método anticonceptivo o intenta convencerte de elegir un método aunque ya le dijiste que quieres ver otra opción, aquí tienes una ‘red flag’.
5. La comunicación incómoda
Un ginecólogo o ginecóloga siempre será profesional y de ninguna manera tratará de darte cumplidos de ningún tipo sobre tu apariencia física o hacer bromas de tipo sexual o “inocentes”, las cuales resultan innecesarias e inapropiadas.
6. Que mantengan cosas ‘en secreto’
La persona especialista en ginecología tendrá que informarte todo lo que está sucediendo, no tienes por qué quedarte con la duda de lo que hizo o si crees que está ocultándote información. Tienes derecho de preguntar para saber todo lo relacionado con tu salud.
7. Que el procedimiento continúe aunque sentiste dolor
Como indica la doctora Jennifer Lincoln en su canal de YouTube, una gran ‘red flag’ es que un examen o procedimiento continúe aunque tú ya manifestaste que sentiste dolor.
Está mal que ignoren tu dolor, que lo cuestionen (“¡eso no duele!”) o que continúen porque “ya falta poquito”.
Las visitas al ginecólogo son normales y no tendrías por qué sentir pena o vergüenza; pero, si te sientes especialmente incómoda por algo que dijo o hizo tu médico y que consideres fuera de los límites de lo permitido, háblalo, expón tu queja en el consultorio médico o en el hospital. Si crees que has sido víctima de acosos o fuiste agredida sexualmente, acude a tu red de apoyo y denuncia.
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