Muchas veces asociamos cada elección alimenticia solo con la salud física o con apariencia corporal, pero lo cierto es que detrás de la comida hay mucho más, pues la forma en que nos relacionamos con ésta revela una mirada hacia nuestras experiencias de vida, heridas emocionales o la manera en que manejamos el estrés, el amor o el rechazo.
Esto es algo que la nutrióloga Mónica Hefferan empezó a profundizar y que la llevó a crear “Reconcíliate con la comida”, un libro propone un cambio radical en la manera en que vemos nuestra alimentación, aunque no es una guía de dieta ni un manual de recetas.
La autora, con quien platicamos, lo define como “una reconciliación con nosotras mismas, con nuestro ser, con quienes somos, no solo físicamente, sino también por dentro. La alimentación solamente es el síntoma; la raíz está en la desconexión que tenemos con nuestra voz, nuestro corazón y nuestra vida”, comparte con Nosotras.
Comer desde el amor, no desde el miedo
Hefferan combina anécdotas personales, testimonios de sus pacientes y ejercicios prácticos para lograr cambios. Una de las propuestas más reveladoras es identificar los alimentos que comemos con libertad y aquellos que prohibimos. “Cuando dejamos de controlar la comida y permitimos que nuestro cuerpo nos guíe, entramos en equilibrio. Comer desde la conexión con el cuerpo es un acto de amor”, afirma.
Pero en este material no solo se basa en su experiencia como nutrióloga, sino también en sus estudios en nutrición holística, física cuántica y medicina energética. “Yo vengo de una formación rígida, estructurada y medible, pero toqué fondo porque vivía mis propios desórdenes alimenticios. Ahí fue donde entendí que el cuerpo, la mente y las emociones están conectados y que nuestras heridas emocionales impactan directamente en nuestra relación con la comida”, recuerda.
Cómo sanar desde el interior
El proceso de sanación que la especialista propone es profundo pero accesible, ya que utiliza un enfoque que invita a la introspección y al amor propio. “Muchas mujeres que llegan a mí están cansadas de hacer dietas, de controlar su alimentación desde el miedo”. Y es que “la presión cultural hacia las mujeres es enorme. La relación fracturada con la comida muchas veces refleja las expectativas y críticas que hemos enfrentado desde pequeñas. Por eso el 90% de las personas con las que trabajo son mujeres”.
Es por eso tan importante hacer una labor interna, pues aquello que conecta las emociones y pensamientos con los alimentos tiene un impacto también en nuestra bioquímica. “No es solo lo que comemos, sino lo que pensamos y sentimos al comerlo. Comer con culpa afecta nuestro metabolismo, pero comer con amor nos transforma”, explica.
El primer paso: reconocer y pedir ayuda
Pero, ¿cómo empezar este camino? La autora es clara: “El primer paso es reconocer que la comida te está controlando y que eso está afectando tu vida. El segundo es querer cambiar, y el tercero, pedir ayuda. No estamos solas; hay muchas formas de iniciar este proceso, desde libros hasta terapias o programas como los que ofrezco”.
De esta manera, “Reconcíliate con la comida”, editado por Planeta, no solo trata de cambiar hábitos alimenticios, sino también transformar vidas, que nos recuerda que sanar nuestra relación con los alimentos es, en el fondo, un acto de reconciliación con nosotras mismas. Un llamado a vivir desde el amor, la libertad y la confianza en nuestro propio cuerpo.
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