La carne es una buena fuente de proteínas, vitaminas y minerales. Es rica en vitamina B12 (nutriente necesario para el correcto funcionamiento de nuestro cerebro), además de minerales como el hierro (permite transportar oxígeno a nuestras células para el desarrollo de nuestro cuerpo), y el zinc (auxilia al sistema inmunitario contra agentes externos que lo atacan).
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), menciona que la carne es una fuente esencial de nutrientes. Considera su consumo necesario ya que éstos no se obtienen fácilmente en cuestión de calidad y cantidad de alimentos de origen vegetal.
Se le llama carne roja porque no es carne de aves (blanca), y en su estado crudo se caracteriza por un color rojo intenso. Por ejemplo, la carde de res, cerdo, jabalí, cordero o venado.
La carne roja no es un alimento dañino para los seres humanos, salvo que la consumas en cantidades exageradas. Descubre qué efecto tiene en tu salud un consumo constante y abundante de carne roja.
¿Qué pasa si comes demasiada carne roja?
De acuerdo con el portal Healthline, los estudios e investigaciones en torno a los efectos de la carne roja en la salud son observacionales. Es decir, pueden indicar una asociación pero no una causalidad. Asimismo, los Institutos Nacionales de Salud (NHI, por sus siglas en inglés) afirman que la mayoría de los estudios que indican una consecuencia negativa en la carne roja se realizaron durante periodos de tiempo limitados o tenían fallas en su diseño.
Además, en los resultados obtenidos, pueden estar involucrados otros mecanismos o factores desconocidos. No obstante, las conclusiones tienen algo en común.
1. Mortalidad
Un estudio dirigido por el doctor Frank Hu de la Escuela de Salud Pública de Harvard, encontró vínculos de la carne roja con la mortalidad.
Según lo reportado, una porción adicional por día de carne roja sin procesar aumenta el riesgo de mortalidad total en un 13%. Por otro lado, una porción de carne procesada como como tocino, hot dogs, salchichas y salami, aumentó el riesgo en un 20%.
2. Enfermedades cardíacas
De acuerdo con las investigaciones apoyadas por los NIH, el elevado consumo de carne roja aumenta en sangre los niveles de una sustancia química asociada a enfermedades cardíacas. Se trata de la N-óxido de trimetilamina (TMAO), la cual produce un mayor riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
Por su parte, algunas carnes tienen un alto contenido en grasas saturadas y sodio (como la de cerdo o las procesadas); por ende, pueden elevar los niveles de colesterol en sangre, lo que aumenta el riesgo de enfermedades coronarias.
Recomendaciones
El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), facilita ciertos consejos para un correcto balance en el consumo de carne roja.
- Al comprar carne, elige la opción más magra; cuanto más blanco se puede ver en la carne, más grasa contiene.
- Consulta la etiqueta nutricional para ver cuánta grasa contiene la carne que estás adquiriendo.
- Corte la grasa y la piel antes de cocinar.
- Consume una dieta variada. Elige pavo y pollo, ya que tienen menos grasa.
- Acompaña tu plato con frutas y verduras.
- Trate de limitar los productos cárnicos procesados, como salchichas, salami, paté y hamburguesas.
- En lugar de freír, opta por asar la carne.
- Evita agregar grasa o aceite extra al cocinar.
- Si actualmente comes más de 90 g (alimento cocido) de carne roja o procesada al día, redúcelo a 70 g.
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