Considerarte una persona comprometida, responsable y proactiva está bien, además de trabajar en esas cualidades. Sin embargo, exigirte demasiado en tu área laboral, dar más de lo normal y poner en prioridad tu trabajo por encima de tu salud mental o física, podría ser una señal que te encuentras desarrollando la “resiliencia tóxica“.
Es decir, crees que puedes soportar más de lo que debes; pero no, recuerda que para hacer las cosas bien, la primera persona que debe estar en equilibrio adecuado eres tú.
A continuación te mostramos qué es la resiliencia tóxica.
Resiliencia tóxica, cuando pones el trabajo por encima de ti
Para comprender qué es la resiliencia tóxica, un ejemplo sería un día en que tienes un problema de salud y realmente no te sientes bien, pero aun así te levantas de la cama, te duchas y vas al trabajo; sabes que te sientes muy mal pero sigues dando lo mejor y hasta más de ti, pensando que “debes” aguantar. Otro caso podría ser quedarte hasta horas más tarde y hacer de eso una costumbre sin recibir nada a cambio.
En primera instancia debemos descifrar qué es la “resiliencia”. De acuerdo con información de Harvard Business Review, se define como la capacidad psicólogica para adaptarse a circunstancias estresantes o recuperarse de eventos adversos. Esto se puede llevar a distintos ámbitos como el trabajo; se convierte en algo peligroso cuando estás resistiendo cosas que no deberías solo por dar lo “mejor de ti” en el trabajo.
De acuerdo con un estudio, el ser humano puede adaptarse a diferentes circunstancias, pero si se explotan las competencias adaptativas se pueden volver desadaptativas, si llegan al extremo. Una de esas características de la resiliencia tóxica es tener metas no alcanzables a corto plazo.
Así como lo informa HR Magazine, algunas de las personas que desarrollan este tipo de resiliencia quieren llegar a ser o son líderes por naturaleza, pero este síntoma se arraiga cuando le quitan prioridad a sus necesidades de la vida por el bien del trabajo, lo único que se encuentran logrando es desgastarse lentamente.
A continuación te damos algunas señales de que te encuentras en resiliencia tóxica.
1. Metas inalcanzables
Así como lo informa el mismo portal, las personas constantemente tenemos una meta, pero ponerte metas inalcanzables solo podría comenzar a perjudicarte. Ejemplo, acabas de terminar alguna carrera en ingeniería o ciencia, pero tú esperas entrar a una compañía internacional en el mismo año y, al año siguiente, alcanzar un puesto directivo. No, no quiere decir que no lo puedas lograr, que debas conformarte o que el esfuerzo mínimo sea tu ley, sin embargo es mejor que te establezcas metas a corto plazo.
Algunas revisiones científicas sugieren que muchas personas desgastan una enorme cantidad de tiempo persiguiendo objetivos “poco realistas”, por lo cual se desarrolla el “síndrome de falsa esperanza”, el cual te permite seguir, pero realmente no tiene un fin.
2. Estado de inexistencia
En algún momento cuando la resiliencia tóxica solo permanece, llega el estancamiento, así como lo informa el portal Psychology Today; las expectativas de “cómo deberían de ser las cosas”, pueden cerrarte el panorama para ver más soluciones o si hay más opciones ante un problema que se te presente.
La aceptación de la realidad puede ayudarte a que tu mente y cuerpo se adapten.
3. “El complejo del héroe”
¿Te ha pasado que piensas que la única persona que tiene la solución eres tú? Pues mucho ojo, porque podría ser una señal. Esto sucede cuando las personas o líderes, se ven a sí mismos como los”únicos que tienen la solución” ante los problemas de la empresa o lugar laboral, creen que ellos son las únicas personas que tienen la respuesta.
Un ejemplo sería que constantemente te repites “si hay un problema, me buscan a mí”, “soy la única que lo hace bien”, “si no lo hago yo, nadie más lo hará”, “no entiendo como pueden ser así”, entre muchas otras frases.
4. Demasiada tolerancia
Demasiado de esta resiliencia tóxica, podría desencadenar también demasiada tolerancia ante malas acciones o la adversidad. Esto podría conllevar “resistir” trabajos aburridos, desmoralizantes o malos jefes.
De acuerdo con cifras de Harvard Business Review, el 75% de personas tan solo en Estados Unidos consideran que la peor parte de su trabajo es lidiar con su gerente directo.
Este tipo de acciones y que las personas solo “toleran” los malos tratos o malas convivencias, solo crea que el sistema siga de la misma manera, pero el portal considera que si fueran “menos resistentes” posiblemente habría un cambio.
5. Crítica interna destructiva
Basado en información de HR Magazine, este tipo de crítica aparece constantemente ya que te reprochas cosas que pudiste “hacer mejor”, pero la situación no salió como lo esperabas. Esto solo provocará que te desvalorices, presiones y afectes a tu salud mental.
Implementar frases como “tengo que hacerlo excelente, quedarme corta no es una opción”, “tengo que ser la mejor”, “si no lo hago bien, soy un fracaso”, es un ejemplo de esto.
6. La resiliencia tóxica afecta a más personas de tu trabajo
Un lugar de trabajo debe tener buen ambiente laboral, pero si uno de los miembros o jefes se encuentra con este tipo de resiliencia, lo único que logrará es que todo el equipo se contamine. Porque algunas personas podrían comenzar a compararse, “si ella resiste, yo también lo haré” y sería un efecto dominó.
Muchos empleados podrían comenzar a sentirse frustrados y cansados, debido a que su eficiencia de productividad solo determinó estándares más elevados, lo que se afectará el rendimiento a largo plazo, así como lo informa Psychology Today.
7. Mentalidad de “recta final”
Es tener un desafío, “aguantarlo” hasta que llegue otro y trabajar así de manera sucesiva, por lo que podría comenzar a dejar residuos emocionales o psicológicos en ti, así como lo informa HR Magazine.
¿Te ha pasado alguna señal de “resiliencia tóxica”?
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