De acuerdo con ONU Mujeres, las mujeres lesbianas enfrentan una doble discriminación: por su género y por su orientación sexual. En este Mes del Orgullo LGBTQ+, aprovechemos para visibilizar las creencias, prejuicios y estereotipos que todavía hacen daño a la comunidad y deben erradicarse. Te hablaremos sobre algunos prejuicios que las mujeres lesbianas todavía enfrentan.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2022, del total de población de 18 años y más de la diversidad sexual y de género, 37.3% había experimentado al menos una situación de discriminación en los 12 meses previos. Entre las personas que reportaron situaciones de discriminación, un mayor porcentaje (44.6%) de mujeres por sexo asignado al nacer enfrentó estas situaciones, en comparación con los hombres.
En esa misma encuesta, el 44% de la población de 18 años o más consideró que específicamente los derechos de las personas gays o lesbianas se respetan poco, indica el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Prejuicios que las mujeres lesbianas todavía enfrentan en pleno 2024
Estos son solo algunos de los prejuicios más comunes, pero no los únicos, que las mujeres lesbianas encuentran en diferentes entornos o situaciones.
1. Las mujeres lesbianas odian a los hombres
Como lo explica un artículo del diario Huff Post acerca de los estereotipos sobre las mujeres lesbianas, no tienes que “odiar a los hombres” para sentir amor romántico o atracción sexual hacia las mujeres. Son dos cosas completamente distintas.
La plataforma de inclusion Your D+I indica que la prevalencia de este mito puede ser una asociación de las lesbianas con los movimientos feministas desde el punto de vista de sus detractores; de hecho, seguramente te has encontrado con el prejuicio de que las mujeres feministas simplemente odian a los hombres.
Otra razón posible de la existencia de este mito, de acuerdo con la misma plataforma, es que simplemente muchos hombres se sienten rechazados por las mujeres lesbianas. En todo caso, lo que debemos recordar es que las mujeres no le debemos atracción a los hombres. No sentirte atraída sexual o románticamente hacia alguien no significa que lo odies.
2. ‘Y, ¿quién de las dos es el hombre?’
No porque tú veas el mundo de una manera heteronormativa, significa que todas las personas deben encajar en estos estándares, indica un artículo de Your D+I.
Creer que en cada relación homosexual hay “una mujer y un hombre”, es negar esa misma relación homosexual o pensar que esa relación simplemente está tratando de imitar una relación heterosexual.
3. Las lesbianas son típicamente ‘masculinas’
Un sondeo realizado por el portal PinkNews encontró que una de las frases que muchas mujeres lesbianas escuchan con regularidad y odian es: “no pareces lesbiana”.
Como lo pone una de las participantes en el sondeo, “no hay un look específico para ser lesbiana”. Puedes vestirte o expresarte en una manera típicamente femenina, típicamente masculina o no identificarte con ninguna de las dos; todas las opciones están bien, puesto que todas las mujeres somos diferentes, independientemente de nuestra identidad de género u orientación sexual.
4. No han encontrado al ‘hombre ideal’
Decir este tipo de cosas es como creer que la homosexualidad es una “fase” o una “enfermedad” que se debe curar. Sobra decir que ninguna de las dos cosas es cierta.
Hay mujeres lesbianas a quienes les toca escuchar cosas como la pregunta “¿cómo sabes que no te gustan los hombres si nunca has estado con uno?”. Una participante en el sondeo de PinkVilla respondió con un ejemplo muy simple: “Nunca he nadado con tiburones y sé que definitivamente no quiero nadar con tiburones”.
5. Las mujeres lesbianas no pueden tener relaciones sexuales ‘de verdad’
Como las anteriores, esta es una creencia que hace mucho tiempo debió quedar atrás. La sexualidad humana es increíblemente extensa, y las relaciones sexuales van mucho más allá del coito.
El llamado orgasmo vaginal, aquel que se obtiene mediante la penetración (con un juguete o con el pene de una persona), no es el único tipo de orgasmo que puedes disfrutar. De hecho, la penetración es SOLO UNA de las formas que indirectamente estimula el clítoris (el principal órgano de las mujeres involucrado en el placer sexual), explica la columna GoAskAlice de la Universidad de Columbia.
Hay diversos factores que aumentan la probabilidad de experimentar un orgasmo, como los besos, la estimulación de zonas erógenas o el juego previo, por mencionar ejemplos. Incluso existe evidencia de que las mujeres pueden tener orgasmos sin estimulación genital directa.
Por lo tanto, para muchas mujeres la penetración es prescindible para alcanzar el orgasmo, y esto es independiente de que estén en una relación homosexual o heterosexual.
La doble discriminación
Existen diversos estudios que demuestran el señalamiento de la ONU sobre la doble discriminación hacia las mujeres lesbianas. La columna The Morningside Review, de la Universidad de Columbia, cita un estudio de 2009 en el cual se exploraron diversos prejuicios hacia mujeres lesbianas y hombres gay.
En una de las pruebas, 53 estudiantes heterosexuales debían leer las descripciones de dos mujeres y dos hombres homosexuales, todos ficticios. En cada par, uno de los personajes tenía características de personalidad típicamente percibidas como femeninas y el otro tenía características masculinas. Las descripciones entre las dos personas “típicamente femeninas” y las dos “típicamente masculinas” eran idénticas, solo variaba el género del personaje.
Con base en esas descripciones, los participantes en la prueba debían calificar qué tanto les agradaba cada persona ficticia.
Los hombres heterosexuales que participaron en la prueba mostraron mucha mayor simpatía hacia la mujer y el hombre homosexual que cumplían con roles de género tradicionales (es decir, la lesbiana “femenina” y el hombre gay “masculino”). Pero, aun así, la mayoría prefirió considerablemente al hombre gay “femenino” por encima de la lesbiana “masculina”.
Recordemos que, en las descripciones, la mujer lesbiana “masculina” tenía las mismas características de personalidad que el hombre gay “masculino”. Sin embargo, el primero de estos personajes fue el que menos agradable les parecía a los participantes hombres heterosexuales.
El análisis que hizo The Morningside Review de la prueba describe que, si bien el hombre gay “femenino” y la lesbiana “masculina” experimentan homofobia, esta última también es sujeta a misoginia.
La columna cita otro estudio que arrojó que las mujeres lesbianas percibidas como típicamente femeninas también experimentan la misoginia, pero en forma de objetificación sexual de los participantes.
La columna de la Universidad de Columbia cita al autor Jack Halberstam para establecer que, si muchos hombres asocian la masculinidad con poder y dominación, la masculinidad en una mujer amenaza a su sistema patriarcal al impedir su “habilidad” para subordinar a las mujeres.
Foto principal: Imagen de mego-studio en Freepik
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