El estreno de “Yo soy Betty, la fea“, hace 23 años a través de la señal de RCN Colombia, marcó un antes y un después en el mundo de las telenovelas. Su éxito a nivel mundial fue arrasador, logró traspasar fronteras y batió récords de ‘rating’ nunca antes vistos.
La historia, que fue transmitida por primera vez el 25 de octubre de 1999, conserva un lugar envidiable dentro de los proyectos más vistos, tanto en plataformas de streaming como en retransmisiones. Todo esto, fruto de sus entrañables personajes que a lo largo de 335 episodios crearon lazos con los televidentes con inolvidables escenas.
Para celebrar el aniversario de “Yo soy Betty, la fea”, hicimos un recuento de algunos de los mejores momentos de la novela.
Momentos inolvidables de “Yo soy Betty, la fea”
1. Betty llega a Ecomoda
En el primer capítulo conocimos a Beatriz Pinzón Solano, “Betty, la fea”, cuando ésta acudió a una entrevista de trabajo en la empresa colombiana Ecomoda. El puesto por el que compite es como secretaria de presidencia, para el recién nombrado presidente Armando Mendoza.
Desde este momento supimos lo difícil que sería para Betty su estancia en la compañía, pues pese a que está sobrecalificada para la labor, es rechazada. El licenciado Gutiérrez, encargado de la selección, juzga a la muchacha por su aspecto y, en su lugar, elige contratar a Patricia Fernández, quien se convertiría en la enemiga número uno de Beatriz.
Armando Mendoza, al enterarse de que la mejor amiga de Marcela, su prometida, sería su nueva secretaria, decide contactar a Beatriz para ofrecerle el puesto. Las dos se quedan con el mismo nombramiento, con la diferencia de que Fernández está encargada de temas externos y Pinzón Solano sería la mano derecha del presidente de Ecomoda.
2. Primer beso de Betty y don Armando
En un desesperado intento de que “Betty, la fea”, lo ayude a resolver sus malos manejos al frente de Ecomoda, Armando Mendoza y su mejor amigo, Mario Calderon, elaboraron un plan para seducir a Beatriz.
La finalidad era que la brillante economista le diera solución a las consecuencias que ya se hacían evidentes en la empresa y, para lograrlo, Armando se propuso enamorar a Betty.
Ella, quien ya había dado señales de estar enamorada de su jefe, cae rendida ante el coqueteo. En una de sus citas a escondidas de Marcela Valencia, don Armando, pasado de copas, finalmente se decide a besar a Beatriz.
3. Betty encuentra la carta de Mario Calderón
La mente perversa detrás de la relación falsa entre Betty y don Armando era Mario Calderón, quien por su experiencia como casanova, sabe qué hacer para captar la atención de las mujeres.
En una ocasión, cuando Calderón sale de viaje, le deja una bolsa llena de regalos y una carta con instrucciones a Mendoza, indicándole al pie de la letra cuáles son los pasos siguientes en esta relación.
Betty no puede contener la curiosidad y abre la bolsa, para después leer la carta. Conforme avanzaba en la lectura, su rostro se descomponía cada vez más pues, para ella, ésa era la prueba más clara de que Don Armando solo estaba aprovechándose del amor que le tenía.
Luego de enterarse de la verdad, sale desconsolada al baño, donde se encuentra con Patricia Fernández y Catalina Ángel, personaje que le daría un giro a la vida de “Betty, la fea” más tarde.
4. La junta de consejo donde Betty expone a su jefe
Notablemente herida por el plan que Armando Mendoza y Mario Calderón orquestaron para convencerla de que maquillara el balance que el presidente de Ecomoda debía presentar, Beatriz Pinzón se decide a vengar su corazón roto.
Sin decirle nada sobre la carta a don Armando, Betty disimula que no sabe nada y le hace creer a su jefe que sí le ayudará a cubrir los malos manejos de la empresa. Éste, confiado de que su asistente es muy inteligente y que, además, está enamorada de él, no se toma la molestia de leer el informe.
Beatriz Pinzón Solano reparte carpetas con los documentos a los asistentes, entre ellos los padres de Armando Mendoza y los hermanos Valencia. El rostro de Calderón cambia cuando se percata de que “Betty, la fea” entregó el balance real, e inmediatamente se lo hace saber a Mendoza.
5. La pelea entre Nicolás Mora y Armando Mendoza
Nicolás Mora, el incondicional mejor amigo de Betty, accede hacerse pasar como su novio para no levantar sospechas de con quién anda Beatriz, aunque ni siquiera él está enterado de la relación.
Armando, quien comienza a tener sentimientos reales por su secretaria, siente celos de Nicolás. En una de sus borracheras, decide ir a buscar a “Betty, la fea”, a casa de Hugo Lombardi, el diseñador de Ecomoda. Aquí se encontraban todas las amigas de Beatriz debido a que “Inesita” había tenido malestares y Lombardi la estaba cuidando.
Al llegar, Armando Mendoza enfurece cuando se da cuenta de que Nicolás está esperando a Betty en el auto. Comienzan a discutir y, al ver que están jaloneando a su amiga, Nicolás Mora interviene, ocasionando que Armando pierda los estribos y lo golpee. Todo esto presenciado por “El cuartel de las feas” y Hugo Lombardi.
6. Betty regresa a Ecomoda de Cartagena
Luego de la fatídica junta donde los malos manejos de don Armando quedaron al descubierto, Beatriz viaja a Cartagena, en donde conoce a alguien especial. Además, es en este lugar donde ocurre su cambio de imagen.
Mientras, en Ecomoda todo era un desastre y Armando Mendoza se lamentaba lo que le había hecho a “Betty, la fea”, buscándola desesperadamente. Betty reúne valor para volver a la empresa, esta vez con una versión renovada que impactó a todas las personas que la conocían.
Este capítulo nos regaló la icónica frase “la cabecera de la mesa está en donde yo esté sentada”.
7. El desfile donde debutó “El cuartel de las feas”
Uno de los momentos más emotivos de “Yo soy Betty, la fea”, se da cuando Beatriz toma el mando de Ecomoda temporalmente. Estando al frente, decide reinventar el desfile planeado, ya que Hugo Lombardi renunció en su negativa de seguir órdenes de la nueva presidenta.
Betty le pide a sus amigas, las autodenominadas “El cuartel de las feas”, plasmar que la ropa y los diseños de Ecomoda eran para todas las mujeres, y no solo para quienes cumplían con los estándares de belleza considerados por Lombardi.
Así, Inés, Bertha, Mariana, Sofía, Aura María y Sandra, logran vencer el miedo y desfilan entre aplausos.
Para ser honestas, nunca terminaríamos de nombrar los momentos más divertidos de la novela, puesto que cada capítulo tenía múltiples escenas dignas de recordarse.
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