En enero de 2020, el duque y la duquesa de Sussex anunciaron por primera vez su intención de retirarse de sus responsabilidades y deberes reales, pero fue en febrero de 2021 que el Palacio de Buckingham confirmaba oficialmente que Harry y Meghan no regresarían como miembros activos de la familia real.
Desde entonces, la famosa pareja se ha enfrentado a muchas polémicas y a pesar de que se mudaron a Montecito, California (donde actualmente residen junto a sus hijos, el príncipe Archie y la princesa Lilibet), el foco mediático sigue sobre ellos.
Antes de establecer su hogar en Estados Unidos, los duques vivían en Frogmore Cottage, una casa de campo perteneciente a la familia real en Windsor, Inglaterra. Sin embargo, antes de esa propiedad, la pareja tenía interés en otra y realizó su petición a la reina. Dicha solicitud fue rechazada.
La petición que Harry y Meghan hicieron a la reina y ella rechazó
Después de casarse en mayo de 2018, Harry y Meghan Markle querían mudarse al Castillo de Windsor. Se cree que le preguntaron a la reina si “se podría poner a disposición una vivienda después de su matrimonio”. Así lo indicó la escritora Roya Nikkhah, en el diario Sunday Times. Lo anterior está respaldado por los argumentos relatados en “The New Royals”, libro escrito por la periodista Katie Nicholl.
Los duques de Sussex no lograron su cometido en Windsor debido a que la reina se negó de manera educada pero con “firmeza”. En su lugar, les obsequió Frogmore Cottage, que se encuentra en el corazón de la propiedad de la realeza en Windsor.
No obstante, antes de que se les concediera Frogmore, se propusieron otras residencias en Windsor como posibles viviendas para la pareja. Uno de los cuales era Adelaide Cottage, una “modesta” casa de cuatro habitaciones que ahora es el hogar del príncipe y la princesa de Gales y sus hijos, el príncipe George , la princesa Charlotte y el príncipe Louis.
Sobre Frogmore Cottage y el Castillo de Windsor
Frogmore Cottage está ubicada en los jardines colindantes al castillo de Windsor, a una hora en coche de la capital británica. Se trata de una casa de campo de 10 habitaciones. Fue un regalo de bodas a Meghan y Harry por la difunta reina Isabel II y, según The Mirror, recientemente la pareja devolvió las llaves a petición de Carlos III.
Se cree que Frogmore Cottage podría convertirse en el nuevo hogar del príncipe Andrés, quien supuestamente tiene que desalojar su residencia actual (Royal Lodge) porque, tras la pérdida de una subvención que Isabel II le otorgaba, ya no puede costear los gastos de mantenimiento.
La familia real es dueña de diversas propiedades en Londres, Windsor e incluso Irlanda y Escocia, entre los cuales encontramos palacios, castillos y fincas y los famosos “cottages”. Una de sus propiedades más emblemáticas es el Castillo de Windsor. Con más de 900 años de historia el castillo, perteneciente al condado de Berkshire, en Inglaterra, ha sobrevivido a guerras y ha sido testigo de acontecimientos importantes para la familia real, como fue la boda de Harry y Meghan en la capilla del castillo.
Desde que comenzó su reinado, según diarios británicos, la monarca Isabel II solo iba al castillo en ciertos fines de semana. Cuando inició la pandemia de la COVID-19, con el objetivo de alejarse de Londres y evitar contagios, la difunta reina abandonó el Palacio de Buckinhman para residir completamente en Windsor.
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