Un reciente estudio ha estado causando alarma en cuanto a la gestión menstrual al descubrir niveles de arsénico en los tampones, planteando serias preguntas sobre la seguridad de estos productos. NOSOTRAS te decimos lo que se sabe hasta ahora.
Investigadores de la Universidad de California en Berkeley (UC Berkeley) han destacado la preocupación que genera este descubrimiento, debido a la capacidad de la vagina para absorber sustancias químicas.
Los tampones generalmente están hechos de algodón y rayón, materiales conocidos por su alta capacidad de absorción.
Sin embargo, aunque se espera que este tipo de productos sean seguros, el estudio dirigido por Jenni A. Shearston ha encontrado rastros de arsénico y otros componentes tóxicos en los tampones. Esta situación es alarmante, especialmente considerando que se estima, según Medical News Today, que 100 millones de mujeres en 120 países recurre a estos productos.
Qué es el arsénico y por qué es dañino para la salud
El arsénico es un componente natural de la corteza terrestre que se encuentra ampliamente distribuido en el medio ambiente, en el aire, el agua y la tierra, explica la Organización Mundial de la Salud.
A pesar de ser un componente “natural”, el arsénico es tóxico para la salud, aunque mucho depende de los niveles a los que el cuerpo se vea expuesto a este metal.
Berkeley Public Health menciona que se ha descubierto que los metales aumentan el riesgo de padecer demencia, infertilidad, diabetes y cáncer. Además de que, si la exposición es alta y con frecuencia, puede dañar el hígado, los riñones y el cerebro, así como los sistemas cardiovascular, nervioso y endocrino.
Hay arsénico en los tampones, según nuevo estudio
El estudio de la Universidad de California en Berkeley (UC Berkeley) reveló que el arsénico fue uno de los 16 metales detectados (arsénico, bario, calcio, cadmio, cobalto, cromo, cobre, hierro, manganeso, mercurio, níquel, plomo, selenio, estroncio, vanadio y zinc) en 30 tampones de 18 marcas distintas presentes en Estados Unidos y Reino Unido.
Esto ha generado alarma entre las consumidoras y profesionales de la salud, quienes están pidiendo una revisión urgente de los estándares de seguridad y regulación.
“Encontramos los 16 metales que analizamos en al menos un tampón, pero no todos los metales en todos los tampones,” explicó Jenni A. Shearston, investigadora postdoctoral en la Escuela de Salud Pública de UC Berkeley y autora principal de este estudio, a Medical News Today. “Sin embargo, encontramos plomo en el 100% de los tampones que analizamos, lo cual me sorprendió mucho”.
Según Berkeley, por el momento no se sabe si la cantidad de los metales detectados en este estudio causan algún efecto negativo sobre la salud.
“A pesar de este gran potencial de preocupación para la salud pública, se han realizado muy pocas investigaciones para medir las sustancias químicas presentes en los tampones”, mencionó Jenni A. Shearston. “Hasta donde sabemos, este es el primer artículo que mide los metales en los tampones”.
Las futuras investigaciones determinarán cuánto de estos metales pueden filtrarse de los tampones y ser absorbidos por el cuerpo, así como la presencia de otras sustancias químicas en los tampones. En otras palabras, como lo explica el diario Al Jazeera, actualmente no es posible determinar si la cantidad de metales presentes en tampones puede absorberse en el organismo.
Según Berkeley, los tampones se pudieron contaminar por varias razones:
- El algodón usado podría absorber metales del agua, aire o suelo.
- El algodón se pudo contaminar por fuentes cercanas. Por ejemplo, si un campo de algodón estaba cerca de una fundición de plomo.
- Los fabricantes podrían añadir metales intencionalmente durante la producción, como parte de pigmentos, blanqueadores, agentes antibacterianos u otros procesos en la fábrica.
Shearston menciona que espera que se obligue a los fabricantes a analizar sus productos para detectar la presencia de metales, especialmente metales tóxicos.
Tampones orgánicos: ¿más seguros?
Es posible pensar que los tampones orgánicos son más seguros que los no orgánicos. Berkeley Public Health menciona que, si bien las concentraciones de plomo fueron más altas en los tampones no orgánicos, el arsénico fue más alto en los tampones orgánicos.
“Me parecieron muy interesantes estas diferencias, y podrían deberse en parte al hecho de que los tampones orgánicos que probamos estaban hechos de 100% algodón”, dijo Shearston a Medical News Today.
Qué tampones son los más seguros para usar
Los investigadores descubrieron que los metales estaban presentes en todos los tipos de tampones, pues las concentraciones de los metales no dependen de la marca.
“No puedo recomendar si un tipo de tampón es más seguro que otro, porque primero necesitamos entender qué metales pueden filtrarse de los tampones”, explica Shearston.
Foto principal: freepik
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