Una bodega a las afueras de Milán fue el recinto en donde se llevó a cabo el desfile de Bottega Veneta SS24. Me atrevo a decir que este show es uno de los más esperados de la temporada pues, sin duda, la marca ha sabido posicionarse entre las top brands que marcan tendencia en la industria. A título personal yo MUERO siempre antes del show, amamos Bottega.
Matthieu Blazy, director creativo, ha sabido llevar la marca por un camino de entereza, maestría y legado. Después del desfile se realizó el ‘re-see’. en donde se expusieron las prendas de la colección para nuestro deleite y apreciación minúscula. Las prendas, bolsos, accesorios y calzado se expusieron sobre los mosaicos que representaban los océanos, la fauna y flora en tonos contrastantes fríos y cálidos, en contraste del acero y concreto de la bodega.
La colección de Bottega Veneta: una oda a los viajeros
Los modelos caminaron entre continentes y mares, cruzando el mundo con la fluidez de la música, transportando los looks de un lado para otro con la sencillez del paso. Me pareció una metáfora hermosa y sencilla la inspiración a través del movimiento: lo energizante y enriquecedor que es moverse y no quedarse estático, a pesar de la incomodidad que pudiera generarse de los cambios, el clima, los olores y culturas. El movimiento genera inspiración, crea, transforma y evoluciona.
El viaje de Bottega Veneta y Blazy es real y metafórico. La colección conjugó la inspiración de la naturaleza pero recibiendo la influencia del mundo entero: le habla a un viajero constante, al nómada, al que gusta de vestir sin límites. De un cactus y nautilus, a las conchas del mar, las flores y rocas, hasta los fuegos artificiales.
Nos habla a quienes disfrutamos el placer de vestir y de mezclar las distintas influencias que componen la Tierra como el centro de todo, nuestra casa y refugio, nuestra fuente de vida e inspiración, a quienes reconocemos las texturas y las trasladamos a lo que portamos, comunicando intereses y emociones.
La idea de esta colección es entrelazar a los viajeros del mundo, desde aquellos que se paran en el andén del metro hasta los que mojan los pies en la arena en la orilla del mar.
Digna de museo
La manufactura impecable lleva los trenzados de la marca a distintas prendas, desde vestidos hasta calzado, bolsos y accesorios, en rafia y diversos textiles, cerámica y metales; es la diversidad en su esplendor, como el planeta mismo. Qué hermoso exaltar justo esa libertad de ser y vestir como queramos en cualquier parte del mundo.
Varios detalles me enamoraron: los bolsos en general (sobre todo las canastas y maxiportafolios) y hasta los aretes y collares que sé que serán los accesorios más deseados.
Esta colección no lleva banderas ni es específica geografía, justo logra amalgamarnos como si todo el mundo fuera una sola nación. La arquitectura y manufactura de los vestidos me pareció que era una obra de arte, digna de una exposición de museo. Volúmenes y grandes proporciones en los bolsos le dan ese ‘allure’ de ensueño e imaginación a una colección que se inspira en lo real.
“Existe la necesidad de conectar con nuestro mundo primario, con las plantas y animales, es como recolectar conchas de la arena“, ha dicho Matthieu Blazy.
Con cariño,
Gina
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