En los últimos años, el uso cotidiano de la piedra de alumbre se ha vuelto muy popular como una alternativa ecológica y natural de muchos productos de higiene personal como desodorantes o astringentes para el cuidado de la piel. Sin embargo, a la par de su popularidad, han surgido rumores y acusaciones sobre que indican que la piedra de alumbre puede aumentar el riesgo de cáncer de mama.
Nosotras te explicamos cuál es la información que se conoce hasta la fecha.
Qué es la piedra de alumbre
La piedra de alumbre está compuesta por sales de origen mineral, así como por cantidades de aluminio y potasio.
Uno de los usos más frecuentes de este mineral en el mundo cosmético corresponde a su eficacia para neutralizar el olor ocasionado por el sudor, lo que lo ha vuelto un excelente desodorante, al crear una barra protectora que impide la filtración de aromas.
El portal Healthline indica algunos puntos del por qué este producto ganó tanta popularidad en los últimos años, principalmente entre las mujeres. Entre ellos se encuentra su origen natural, el bajo costo y sus propiedades astringentes, que le han ganado otros usos en ámbitos como el skincare.
¿La piedra de alumbre puede aumentar el riesgo de cáncer de mama?
Saber con exactitud si el uso de la piedra de alumbre como antitranspirante tiene alguna vinculación directa con el cáncer de mama es difícil debido a que la investigación acerca de este tema es limitada.
La Sociedad Estadounidense del Cáncer dice que la mayoría de los estudios no han encontrado un vínculo entre el uso de antitranspirantes y el riesgo de cáncer de mama.
Esta organización explica que los compuestos a base de aluminio son ingrediente activo en los antitranspirantes; bloquean las glándulas sudoríparas para evitar que el sudor llegue a la superficie de la piel. Algunos investigadores han teorizado que la piel podría absorber estos compuestos y que esto provoque cambios en los receptores de estrógeno en las células de los pechos.
Sin embargo, no está claro qué tanto aluminio se absorbe en la piel y, según los cálculos que se tienen, las cantidades que se absorberían son menores que las cantidades de aluminio que una persona consume al comer. Tampoco se cree que el tejido de una persona con cáncer de mama tenga más aluminio que el de alguien sin la enfermedad.
Algunos investigadores han sugerido algunos estudios acerca de este tema, como el caso de una investigación en la que participaron 800 mujeres con cáncer de mama y otras 800 sin esta enfermedad. El objetivo era encontrar la relación entre el riesgo del uso de desodorantes que contenían aluminio y este padecimiento. Los resultados hasta el momento no han sido concluyentes, a pesar de que se interpretaron con mucha cautela debido a que por la forma en que están diseñados limita mucho las conclusiones.
La plataforma Medical News Today cita un estudio de 2017 realizado en más de 400 mujeres encontró que el uso frecuente de antitranspirantes que contenían aluminio se vinculaba con la presencia de aluminio en el tejido del busto; participantes con cáncer de mama reportaban concentraciones más grandes de aluminio. Sin embargo, se necesita mayor investigación para alcanzar resultados concluyentes.
Un análisis que se publicó en la Librería Nacional de Medicina de Estados Unidos hizo una revisión de 6 estudios sobre este tema, pero no encontró resultados consistentes o unánimes. Su recomendación es que, como principio precautorio, se evite el uso de antitranspirantes con aluminio.
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