Se categoriza como trabajo no remunerado a las actividades realizadas sin un intercambio de por medio que cumpla con la función de pago. En el caso de las mujeres, particularmente, los trabajos se encuentran en los de tipo doméstico y de cuidados, según la definición de Inmujeres, en su “Glosario para la igualdad”.
La ONU Mujeres explica que las mujeres suelen combinar acciones remuneradas con las que no les otorgan ningún tipo de pago, lo que se traduce en jornadas de tiempo extendido. Lo que no solo se traduce en desgaste físico, sino también implica afectaciones a nivel de salud mental y emocional.
Poco se habla sobre estos aspectos, haciéndolos difíciles de detectar y combatir. Te contamos cómo afecta la salud mental de las mujeres el trabajo no remunerado.
La importancia de visibilizar el trabajo no remunerado realizado por las mujeres
Para dimensionar un poco la importancia del trabajo no remunerado, es necesario voltear a ver las cifras recopiladas por el Centro de Investigación en Política Pública a finales de 2021. Estas indagaciones arrojaron que, si se considerara como un sector, sería el más grande de México, hasta cinco veces mayor al que representa el transporte público.
Desde siempre, las dinámicas del trabajo no remunerado en los hogares han recaido sobre las mujeres. Incluso con el escenario de reorganización que surgieron con la pandemia, la participación masculina en estas actividades no alcanzó un equilibrio proporcional, aportando 2.7 menos valor económico por este tipo de labores, según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad.
Reconocer la relevancia e implicaciones que este tema genera, permite visibilizar el valor e importancia que la carga desigual de estos trabajos genera en las mujeres. Diversos estudios han revelado que los estragos del trabajo no remunerado, no son solo a nivel de desgaste físico, sino que también ocasionan alteraciones en la salud mental de las proveedoras principales de estos trabajos y cuidados.
Trabajo no remunerado afecta directamente la salud mental de las mujeres
Un estudio realizado por The Lancet Public Health, analizó un total de seis bases de datos con la finalidad de encontrar cuál es la relación entre las jornadas extendidas de trabajo no remunerado y diversas afectaciones a nivel de salud mental en mujeres.
Se consideró tanto a mujeres que realizan únicamente actividades no remuneradas como a quienes las combinan con trabajos en los que sí existen intercambios económicos como pago. Los resultados encontraron asociación de estos factores que se ven reflejadas en una salud mental deteriorada en las mujeres, ocasionada por las horas de trabajo no remunerado dedicadas a actividades domésticas y de cuidado.
Esto sugiere que el riesgo de que el estado emocional se vea permeado es considerablemente mayor a los hombres, quienes no se ven afectados por la sobrecarga de tareas en la mayoría de los casos estudiados en este metaanálisis que incluyó poco más de 70 mil casos.
La prueba más significativa obtenida en este artículo, señala que es a las mujeres a quienes se les suele diagnosticar depresión y ansiedad con frecuencia considerablemente más alta. Esto se relaciona directamente con el trabajo no remunerado ya que, de acuerdo con información de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género del Parlamento Europeo, la presión de “mantener en orden” la vida familiar se ve impactada en el bienestar mental de las mujeres.
Cómo se manifiesta este deterioro
Los estragos comienzan a manifestarse como episodios de estrés, pánico o ansiedad, derivados de la preocupación que implican estos trabajos no remunerados, en aspectos económicos y de distribución de los tiempos. Existe un segmento que el Parlamento Europeo señaló como “afectado de manera desproporcionada”, el cual considera a las mujeres que tienen a su cuidado niños y niñas de poca edad.
Por su parte, la Universidad Nacional de Rosario hizo enfásis en un artículo de la Facultad de Psicología, en que las consecuencias directas en la salud mental de las mujeres deriva de que, la mayoría de ellas, se enfrenta a una llamada “falta estructural de tiempo”, lo que las lleva a postergar sus actividades de ocio, recreativas, de formación personal y hasta en el cuidado de su salud.
Dentro de sus conclusiones, The Lancet Public Health menciona que aún es necesario realizar más investigaciones que encuentren el origen directo de la relación entre el deterioro de la salud mental y el trabajo no remunerado. Asimismo, recalca la urgencia de no dejar de lado esta problemática que se presenta cada vez más.
Comentarios.-