Tener amigas es parte esencial de nuestro desarrollo como personas, a cualquier edad. Puedes formar amistades en el trabajo, en la escuela, con tus vecinas o compañeras de gimnasio. Para ser saludables y fortalecer lazos, este tipo de relaciones también necesitan cierto esfuerzo e interés por ambas partes. Pero, ¿alguna vez te has preguntado si eres una mala amiga?
Lee los siguientes hábitos con atención y pregúntate si alguna vez has sido una mala amiga. Sabemos que no todas las personas son perfectas y que, si has actuado mal, probablemente no ha sido a propósito. Pero es importante que aceptes si has cometido estos errores, así podrás mejorar y arreglar tus relaciones personales.
¿Eres una mala amiga? Estos hábitos pueden hacerte parecer una
1. No pones atención cuando hablan
Sabemos que a veces puedes estar distraída o preocupada por algo, pero no poner atención de forma regular a tus amigas es un mal hábito. Preferir estar con tu celular o escuchar sin realmente prestar atención mientras llega tu turno de hablar, es una falta de respeto hacia cualquier persona.
Escucha a tus amigas de manera asertiva y más cuando te están contando un problema o pidiendo un consejo.
2. Tienes mala comunicación
Si cuando tienen peleas o se alejan de ti, asumes que las cosas se arreglarán con el tiempo, debes saber que estás teniendo problemas de comunicación. Hablar demasiado o hablar poco pueden ser indicadores de que algo anda mal con esa relación.
Debes encontrar un equilibrio entre compartir lo que sientes y dejar de asumir que la otra persona sabe lo que tienes. Además de tener la confianza de preguntar qué está pasando. Las amistades no tienen que estar hablando todo el tiempo, pero hay cosas que son necesarias decir para que todo fluya mejor y no haya malentendidos. Recuerda que toda relación se construye.
3. Diriges todo hacia ti
Si tu amiga te está contando una historia que le pasó o algo que la pone triste, no la interrumpas diciendo cosas sobre ti. El portal Bustle cita lo que dice la entrenadora de vida Kali Rogers: “esto demuestra que no estás realmente interesada en lo que tu amiga tiene que decir, estás más interesada en hablar de ti misma”.
De nuevo, tienes que encontrar un equilibrio entre lo que quiere compartir tu amiga y lo que tú puedes aportar. Pero nunca interrumpiendo ni minimizando lo que le pasa a la otra persona.
4. Solo la buscas cuando necesitas ayuda
Seguramente has conocido a alguien que solo aparece cuando está en problemas. ¿Alguna vez has sido tú? Esto es más común de lo que parece. Si tienes amigas que solo frecuentas cuando te pasa algo o necesitas ayuda (que te presten dinero, por ejemplo), significa que solo estás interesada en resolver tus problemas.
No tiene nada de malo tener una red de ayuda, sin embargo, debes ser consciente de que no puedes aprovecharte de la generosidad de los demás y que las amistades deben ser recíprocas.
5. No respetas sus límites
Si tu amiga tiene ciertos horarios de trabajo, sueño o comida no está bien que la obligues a cambiarlos para estar contigo. Cada persona tiene sus propias reglas y actividades, si conoces algunas de estas, respétalas.
Puede ser en cosas muy sencillas como su estilo de alimentación o la decisión de tomar o no alcohol. Todas tenemos cosas que no nos gusta mencionar o lugares que odiamos visitar. Entiende que no les puede gustar lo mismo todo el tiempo y que “no” es “no”.
Debes ser empática con las situaciones que no le agradan; como amigas, es nuestro deber ser amables y entender sus límites.
Recuerda que todas hemos sido malas amigas alguna vez, pero lo importante es querer mejorar y aceptar nuestras fallas.
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