La minifalda es una de las invenciones que mayor revolución ha provocado en la industria de la moda. Durante la década de los 60, esta prenda se popularizó y poco después se convirtió en el objeto de deseo de todas las mujeres que pretendían explorar su libertad a través de la vestimenta, proceso en el que Mary Quant y sus creaciones fueron clave.
Esta mañana se reportó la muerte de la diseñadora británica, quien falleció a los 93 años de edad en su residencia de Inglaterra, informó AFP. Quant dejó un importante legado y trayectoria que influyó a lo largo de casi siete décadas, que hoy recordamos.
Mary Quant, los inicios de su trayectoria como diseñadora
La carrera de Mary Quant dentro del mundo de la moda y luego de culminar su carrera en la Escuela de Arte Goldsmith, inició a mediados de 1950. De la mano de su esposo, Alexander Plunkett-Greene, aperturó Bazaar, una tienda que buscaba introducir nuevos estilos a través de la venta de diseños de diferentes creativos, para finalmente aventurarse a mostrar sus propias confecciones.
Rápidamente sus diseños consiguieron posicionarse en el gusto de las compradoras, quienes encontraban en lo hecho por Quant un tinte refrescante e innovador. Primordialmente se caracterizaba por tonalidades vibrantes y siluetas volátiles, adaptándose además al contexto que la industria atravesaba en ese momento.
La sociedad experimentaba una serie de cambios encabezados de primera mano por la juventud, quienes encontraron en la ropa una manera de expresarse a través de su estilo. En este lapso Mary Quant fue clave, al incluir entre sus lanzamientos lo que hoy conocemos como minifalda, prenda que causó polémica debido a que dejaba al descubierto las piernas de las mujeres, lo que para muchos era considerado como algo “indebido”.
Esta pieza es uno de sus legados más importantes, al ser pionera en apostar por la liberación femenina mediante la moda con una falda de apenas 34 centímetros de largo; el nombre, se dice, fue inspirado en los coches miniatura. Gracias a la vasta tarea de difusión que la diseñadora británica dio a la creación a partir de 1965, se ganó los títulos de “madre” y “reina” de la minifalda.
La polémica detrás de la “madre” de la minifalda
El nombramiento fue motivo de controversia en el clímax del despegue de Quant y su carrera, debido a que existió una disputa por los créditos de la invención con André Courrèges. Un año antes, el francés lanzó una serie de prendas que mostraban las piernas de sus “selenitas”, como llamaba a las modelos, alegando por la emancipación de las mujeres.
Hasta el día de hoy, ambos diseñadores continúan siendo considerados como creadores e impulsores de la minifalda, cada uno con sus propias aportaciones sobre la visión de la moda.
El histórico legado que dejó Mary Quant
La popularización de la minifalda por parte de Mary Quant es apenas una de sus herencias para la industria. Otro aspecto en el que se considera precursora fue la mancuerna que hizo con Twiggy, catalogada como la ‘it girl’ de sus tiempos.
La supermodelo británica se convirtió en un musa del sello personal de la diseñadora, plasmando a través de la imagen de Twiggy los tintes futuristas y trangresores que buscaba promover, llegando a referise a ellos como “la muerte del buen gusto”, al desafiar con sus creaciones lo que se creía correcto.
Expandió sus alcances al emprender de lleno en la moda, incursionando en el concepto prêt-à-porter, que pocas firmas manejaban, con la diferencia de que utilizaba materiales poco convencionales para que sus costos se ajustaran a la juventud a la que quería llegarle.
Se aventuró a darle vida a nuevas prendas más allá de la minifalda siguiendo la línea que dictaba el estilo de ese entonces; pantalones acampanados, tops en colores ácidos, estampados extravagantes, medias de colores, zapatos llamativos y botas largas.
También se estrenó como diseñadora de accesorios y lencería, para luego estrenar su línea de maquillaje en la que los delineadores metalizados y los esmaltes fluorescentes tuvieron un rotundo éxito que se mantiene en la actualidad.
Cuando Quant ganó una condecoración por parte de la reina Isabel II
El inmenso talento de Mary Quant y su intención por promover una relación distinta con la moda hicieron que se le considerara un ícono y parte fundamental en la disrrupción de la vestimenta en los jóvenes, al romper la barrera de lo “femenino y masculino” con lanzamientos que eran usados por toda persona que así lo quisiera.
Su influencia fue tal que en 1966 la reina Isabel II la condecoró con la Orden del Imperio Británico, ocasión a la que acudió vistiendo una minifalda. Participó en el diseño de vestuario y estilismo de numerosas películas, así como en la creación de interiores para una edición limitada del Mini Cooper.
A lo largo de su carrera llevó parte de sus extravagantes diseños a ciudades como Nueva York, Japón y París, aunque en todo el mundo gozaban de prestigio y varios íconos del momento buscaban llevarlos.
Hasta el día de su muerte, se mantuvo como consultora de una de sus empresas, disminuyendo sus actividades a partir de los 2000 para vivir en tranquilidad con su familia, lo que la hizo decidirse a vender la vertical de maquillaje a una empresa china, informó AP.
Con casi 70 años de trayectoria, Mary Quant deja un innegable legado que continúa siendo fuente de inspiración, impregnándose en las tendencias actuales junto al renacimiento de la minifalda como estrella de las pasarelas.
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