Durante la pandemia de la COVID-19, el home office vino a revolucionar la vida laboral. Si bien esta modalidad de trabajo ya existía, a raíz de la pandemia se volvió parte de nuestra cotidianidad. El home office permitió a muchísimas personas trabajar desde la comodidad de sus hogares, mejorar sus horarios y acelerar el camino hacia la digitalización.
Y es que así como el trabajo en casa puede traer muchos efectos positivos y convenientes para las personas y empresas, también puede traer problemas, como la falta de movimiento, de interacción social y estrés, que a largo plazo tienen consecuencias negativas en nuestra salud.
El home office no es un descanso, ni implica un día libre. Es un trabajo y, por ello, es fundamental que mientras lo realizas encuentres un equilibrio, cuides tu bienestar y tu salud física y mental.
Hábitos que debes incluir en tu home office para cuidar tu salud
Es fundamental que tomes medidas para combatir los efectos negativos que puede desencadenar el home office.
1. Toma descansos
Muchas personas asocian el home office con un trabajo sencillo que permite combinar la vida profesional con la personal, evitar largos e incómodos traslados y reducir el estrés laboral. Sin embargo, esta modalidad implica una mayor responsabilidad por parte del empleado, además de cambios de hábitos y una mayor concentración. Por lo tanto, el home office tiene la misma validez que un trabajo en oficina. Entonces, por más que sientas que tienes muchas actividades que hacer, no dudes en tomar descansos.
Investigadores de la Universidad de Harvard afirman que tomar pequeños descansos puede aumentar la productividad. Se ha demostrado que los microdescansos mejoran el rendimiento, reducen el estrés y ansiedad, recargan energía y te ayudan a tomar mejores decisiones.
Para lograrlo, se recomienda hacer una lista de pendientes y establecer horarios de trabajo en donde respetes el descanso.
2. Muévete
Los descansos no solo son para despejar tu mente, sino para relajar y estirar el cuerpo. Una de las consecuencias negativas del home office es el sedentarismo, ya que pasamos muchas horas sentadas en la misma posición. A la larga, la falta de movimiento puede ocasionar problemas de salud.
Mantener tu cuerpo activo y estirar tus piernas y brazos, reduce la tensión muscular y estimula la circulación mientras trabajas. Asimismo, mejora tu postura, relaja tu mente y evitará problemas o dolores en el futuro. Recuerda que cuando estás sentada, debes mantener una postura correcta, con la espalda recta y los hombros relajados. Evita encovarte o encorvar tu cuello.
3. Crea un espacio cómodo
Para aumentar la productividad y aprovechar el máximo tu tiempo, no hagas home office en la cama o en algún espacio o posición que pueda comprometer tu trabajo. Asegúrate que sea un espacio distinto a tus espacios de ocio.
Primero, ajusta tu silla para que puedas mantener una postura correcta, o bien, coloca un soporte lumbar o una almohada detrás de la espalda baja para mantener una buena postura y la curvatura natural de tu espalda.
Después, acomoda la pantalla de tu computadora para que se encuentre a la altura de tus ojos. Evita la inclinación de tu cuello hacia abajo. Ahora bien, puedes colocar en tu escritorio plantas o decoraciones que te motiven a trabajar y que te hagan feliz. Personaliza tu propio espacio, así te sentirás motivada y reducirás el estrés.
Asegúrate que tu área de trabajo esté limpia, ordenada y cuente con luz y temperatura adecuada.
4. Consume snacks e hidrátate
Cuando nos enfrentamos a grandes cargas de trabajo, factores esenciales como comer y beber agua pasan a segundo plano. Los alimentos y bebidas nos proporcionan energía y nutrientes necesarios para el rendimiento físico e intelectual. Consumir un snack y beber agua constantemente mejoran la concentración y la productividad, la toma de decisiones, así como la atención y memoria.
5. Establece límites en tu jornada
Antes que todo, asegúrate de concentrarte en tu trabajo. No te distraigas, puesto que atrasarte con el trabajo o disminuir la productividad puede ocasionar estrés, ansiedad, irritabilidad, dolores de cabeza o desánimo.
Segundo y no menos importante, practica el decir “no”. Para muchos jefes o encargados, el home office quiere decir trabajo de tiempo completo. Muchas veces el trabajo desde casa corre el riesgo de convertirse en explotación laboral.
Si ya terminaste tus actividades y te encargan tareas o jornadas extenuantes que no te corresponden, no se está respetando tu tiempo ni vida. No dejes que el trabajo se mezcle con tu vida personal.
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