En una sociedad que avanza hacia la igualdad de género, aún persisten retos internos que enfrentamos las mujeres. Uno de ellos es la rivalidad femenina, un tema poco explorado pero significativo que impacta tus relaciones personales y profesionales.
Las autoras Elisabeth Cadoche, periodista y escritora, y Anne de Montarlot, psicoterapeuta con experiencia en psicología clínica, han puesto el foco en este fenómeno en su nuevo libro “La rivalidad femenina y cómo acabar con ella”; a través de una extensa investigación y entrevistas, ofrecen perspectivas para superar esta competencia destructiva y fomentar la sororidad, tema que tuvimos la oportunidad de conversar en una entrevista.
No es la primera vez que las autoras trabajan juntas, pues hace tres años publicaron el libro “El síndrome de la impostora”, para el que entrevistaron a más de 100 mujeres. “Un tema recurrente que surgía en las pláticas eran las acciones de unas mujeres hacia otras y emergió así el tema de la rivalidad y, en lugar de hacer caso omiso, decidimos ver qué encontrábamos ahí”, comenta Cadoche, al explicar el punto de partida para este nuevo material editado por Planeta.
Entendiendo la rivalidad femenina
Sobre las raíces y factores que contribuyen a la rivalidad femenina, Cadoche señala: “cuando comenzamos a ver las cifras del fenómeno, nos dimos cuenta de que hay muchos orígenes, pues es un tema multifactorial. Lo primero es histórico: por siglos y siglos hemos estado sujetas a los dictámenes del patriarcado, a la fragilidad resignadas, al hogar, a la maternidad. Y no ha habido tanta oportunidad de crear y construir amistades o de interactuar con otras mujeres. Cuando se llega al campo laboral nos encontramos con que hay una escasez enorme de plazas para compartirlas entre todas”.
Por su parte, de Montarlot agrega que entra en juego “la sociedad actual, tan inmersa en las redes sociales. Eso provoca que haya muchas cosas que pesen sobre los hombros de las mujeres. Tienes que ser bella, tienes que estar en pareja, tienes que tener hijos, tienes que tener un buen trabajo, etcétera. Y todo eso se comparte y se compara en redes y, en consecuencia, acentúa la rivalidad. Hay orígenes familiares también (…) como rivalidades muy arcaicas entre madres e hijas”.
El impacto de estas dinámicas abarca todas las áreas de la vida de las mujeres y tiene matices culturales, según el país o región del mundo.
Consejos para la vida y el ámbito laboral
Así como distintos aspectos de la vida, la competencia entre mujeres puede ser muy intensa en los puestos de trabajo o posiciones de liderazgo, para lo que las investigadoras proponen un enfoque basado en el autoconocimiento y la autoaceptación.
Como recomendación general, de Montarlot destaca que “lo primero sería conocerse bien porque, al conocernos profundamente, tenemos menos necesidad de validación externa y nos dejamos llevar menos por la envidia, porque podemos permitir centrarnos en nuestras ambiciones propias. En segundo lugar sería evitar compararse porque realmente no sirve de nada. Y, en tercero, hay que tener un espíritu y un ‘mindset’ de abundancia y no de escasez. No nos sentiremos menos amenazadas por una mujer que se postula para un mismo trabajo que nosotras si pensamos así”.
Cadoche agrega que “no porque alguien tome un trozo del pastel significa que nos vayamos a quedar sin nada, al contrario, hay un pedazo para todas y esa es la mentalidad de abundancia. En redes sociales siempre se nos compara y hay que tratar de no hacerlo, ya que todas tenemos una singularidad y es genial ser diferentes. Eso es lo que debemos valorar.”
Sin duda, “La rivalidad femenina y cómo acabar con ella” se presenta como una herramienta valiosa para comprender y abordar este fenómeno, permitiendo a las mujeres crear una comunidad más unida y empoderada. Está disponible en librerías del país y formatos digitales.
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