A la distancia, parece que la vida de Florencia Guillot cambió drásticamente en muy poco tiempo. Pasó de trabajar en una oficina como muchas de NOSOTRAS, a volverse una creadora de contenido increíblemente exitosa. Pero, en realidad, no es algo que ocurrió de la nada ni por arte de magia.
Pasó aproximadamente un año teniendo una doble vida como “godín” y haciendo videos de maquillaje, belleza y estilo de vida. “En un momento mi meta era que esto se convirtiera en un trabajo de tiempo completo. En realidad fue una meta que se fue dando, no es que el día uno que empecé a hacer videos en pandemia dije ‘yo quiero dedicarme a esto’”, nos cuenta en entrevista. “Fue algo que genuinamente, orgánicamente se dio”.
Actualmente cuenta con 6 millones de seguidores en TikTok, cerca de un millón en Instagram y casi 700 mil en YouTube. Pero su objetivo no ha cambiado.
“Mi meta hoy por hoy, haciendo contenido, es sumarle algo a las personas. Sacarles una sonrisa, que a través de mi contenido podamos ser felices, que les pueda aportar algo, desde cómo maquillarse hasta que a lo mejor les haya recomendado un producto que les funcionó. Que con mis ‘perritragedias’ y storytimes les haya sacado una sonrisa en un día malo”.
Entrevista con Florencia Guillot
Tienes una manera muy honesta de hablar en tus tutoriales y reseñas. ¿Te ha costado trabajo mantener esa línea con el paso de los años?
Creo que, como tú dices, siempre he tenido una forma muy transparente, muy directa de decir las cosas. Entonces, conforme fui creciendo, fui aprendiendo a tener siempre bien presente lo que puede entrar como una crítica constructiva o una opinión honesta de un producto, pero tratar de no perjudicar o dañar a una marca.
Y también siempre haciendo el hincapié de ‘no es que sea un mal producto, sino que a mí, en mi piel, no funcionó’. Porque también ya vas creciendo, empiezas a entender que las marcas, no importa qué tan grandes o chicas sean, están dirigidas por personas que sienten. Yo creo que mañana que tenga una marca a mí no me gustaría que alguien agarre un producto mío y lo destroce.
Porque al final del día no hay malos productos sino que hay necesidades diferentes. Entonces es lo que estos años he tenido súper presente. Procurar que mis reseñas sean más de productos que sí me gustan y de los cuales sí tengo algo bueno qué decir.
Trato de hacer un filtro, si es un producto que de plano no tengo algo bueno qué decir, no incluirlo en mi contenido. Porque hay los que sí me encantan pero tienen áreas de oportunidad.
Antes de ser creadora de contenido tenías un trabajo muy distinto y diste un salto grande. ¿Qué tan difícil fue dar ese salto?
Fíjate que fue un proceso muy paulatino, yo empecé haciendo las dos cosas: trabajando en marketing en la empresa Home Depot y aparte haciendo contenido. Entonces creo que no fue instantáneo. Fue un proceso, poco a poco fui creciendo, ampliando mis redes y mi contenido.
Para mí fue como un año en que fui aprendiendo. Ayudó a que cuando tomara mi decisión de ya dedicarme a esto al 100% me sintiera lista porque ya tenía un año ejerciendo, creando contenido.
Dar el primer paso de ‘ok, voy a renunciar’ creo que es lo que me daba miedo, lo que me costó. Pero una vez que digo ‘ya estoy decidida’, yo sí soy una persona que cuando tomo una decisión, no hay vuelta atrás.
Como estaba ya tan enamorada de mi trabajo de crear contenido, ya estaba viendo resultados, yo sabía que todo iba a estar bien. Creo que cuando tomas decisiones para irte por algo que te gusta, que te apasiona, de lo cual estás viendo resultados tangibles, de mi lado no era tanto el miedo sino las ganas de ir por la nueva aventura.
Una vez que renuncié, también es el contraste entre que casi no tenía tiempo para grabar, ahora tenía todo el tiempo del mundo. Yo también no me entendía, a la primera semana dije ‘ok, primer día siendo creadora de contenido, ya no soy godínez, qué hago, dónde empiezo’.
Quieras que no el hecho de estar en una empresa y que una persona esté diciéndote qué hacer, a qué hora salir, te hace entrar en tu zona de confort. Y en este caso era yo al ruedo. Eso me costó, acostumbrarme a hacer rendir mi tiempo, a una rutina, mis propios horarios. Al principio no es fácil ser tu propia jefa, no hay nadie que te esté exigiendo, preguntándote cómo vas con los pendientes.
¿Cuáles son para ti los principales mitos sobre ser creadora de contenido?
Que todo lo hacemos público, que todo lo que ves en redes sociales es nuestra vida completa. Creo que una vez escuché una plática en que Eugenia Rodríguez dio una Ted Talk y explicaba: ‘imagina que yo en promedio hago equis número de historias al día, entre 5 y 10, lo que sea’. Hizo el cálculo y lo que te está enseñando eran como 15 minutos de su vida, cuando un día tiene 24 horas. Un mito es que todo lo que ves en sus redes es todo lo que hay en su vida.
En mi caso, otro mito es que mucha gente piensa que todo el tiempo estoy diciendo ‘Jesús del huerto’, y la verdad es que no. O sea son frases que son mías y sí las digo, pero hay momentos, no es como que voy por la vida diciendo ‘Jesús del huerto’. Como que cada creador tiene su momento de conectar con la audiencia. Hay creadores que sí son 100% personaje y yo no me considero tal cual un personaje.
Otro mito es que creo que la gente a veces no termina de entender que no porque somos figuras públicas tenemos que hacer toda nuestra vida pública, tenemos que dar explicaciones de todo. Creo que todos tenemos vida privada, entonces yo te comparto lo que a mí me gusta compartirte, mis reseñas, mi outfit, mi maquillaje, el perfume… No significa que nos guste hacer pública toda nuestra vida, claro que nos gusta mantener cosas privadas.
Creo que también es mito que creen que todo nos dan gratis, que todo lo regalan. Y no voy a mentir, la verdad es que hay varias cosas en que hago colaboración y lo que sea, pero a lo mejor son más cosas las que pago. Pero luego piensan que todo el maquillaje que yo tengo me lo regalan. Y yo: ‘no, ¿cómo? Yo también voy, compro, porque es parte de mi trabajo’.
Otro mito es que a veces creo que la gente se hace dramas donde no hay. De que ‘esta chava y esta chava, como hacen contenido de lo mismo, se caen mal’. A veces nada qué ver, a veces ni te conoces con esa persona con quien te están haciendo drama, o nunca por aquí se te cruza, al contrario, eres una súper buena amiga suya.
Actualmente vivimos expuestas a una enorme cantidad de información diario. ¿Cada cuándo necesitas darte un descanso de las redes sociales?
Durante mucho tiempo no lo hice, llega un momento en que eso te persigue y te orilla a que te tomes el break. Creo que nunca he llegado a un punto en que neta me desaparezca al 100%, siempre estoy presente de alguna forma. Pero siempre procuro, y es una meta que me puse, que cuando me voy de vacaciones con la familia o amigos, disfrutar. No desconectarme al 100% porque también parte de mi contenido son los viajes, me gusta compartir y todo. También los algoritmos no te permiten que te desaparezcas, hay que ser muy constante, pero procuro disfrutar.
A lo mejor no traer el mismo ritmo: si en mi vida diaria publico 3 videos, 3 tiktoks, 2 reels diarios, procuro que en un viaje sea uno al día en cualquiera de las redes.
¿Cuáles son las claves del bienestar en tu vida?
Mantener un balance. Creo que durante mucho tiempo mis redes sociales o mi trabajo eran como mi prioridad número uno y llegó un punto en que física y emocionalmente la vida me vino a enseñar: ‘qué bueno que seas persistente, trabajadora y lo que quieras, pero hay que encontrar un balance entre la vida personal y la vida laboral’.
También hacer pequeños detalles que te gusten. Por ejemplo, el ejercicio es mi terapia, entonces procuro ir bien temprano cuando todos estén dormidos para que no me empiecen a llover los pendientes. Para poder desconectarme, disfrutar lo que estoy haciendo.
Comer saludable me ayuda mucho en mi estado emocional, tomar mucha agua. En general, cuidar tu cuerpo, nutrirlo, creo que siempre te va a dar resultados positivos. También el balance entre la vida persona y la vida laboral, entre semana procuro aunque sea una hora tomarme un café con una amiga, marcarle por videollamada a mis hermanas o mi mamá, etcétera.
Y trato de hacer al día alguna actividad que me guste. Por ejemplo, me pongo a leer media hora antes de dormir, hago una meditación, me veo un ratito de una serie que me gusta. Trato de dedicarme un momento a mí, a algo que disfrute. Como si fueras un niño chiquito que te dan un dulce porque te portaste bien, haz de cuenta que yo trato de premiarme en ciertas cosas. De que hoy se me antojó ese pastel, deja me lo como.
¿Nos puedes platicar sobre un momento de tu vida en el que te hayas sentido realmente empoderada?
Yo creo que siéndote bien honesta, el año pasado pasé por una situación en redes sociales que me hizo aprender muchísimo y crecer mucho como persona; estoy muy agradecida con la comunidad que yo he creado, que me ayudó a darme cuenta dónde estaba un error que yo cometí, me ayudó mucho a enfrentarlo. Entonces tuve muchas lecciones de esa situación que yo creo que, si bien no es como un agradecimiento que haya pasado sino más bien dices ‘ok, gracias a eso crecí en todas estas partes de mi versión y creo que deconstruí a la Florencia de antes’.
Hoy por hoy me siento empoderada en el sentido de que me siento fuerte, me siento tranquila, me siento en paz, y gracias a ciertas cosas que pasaron en mi vida me ayudaron a forjar la mejor versión que hoy soy. Hoy por hoy me veo al espejo y me gusta lo que veo. No es que antes no lo estuviera pero creo que para mí esa situación fue algo que me hizo crecer muchísimo, me hizo aprender demasiado. Me ayudó la gente que está en mi comunidad a hacer una retroalimentación constructiva, me ayudó muchísimo a dar tres pasos para atrás y entender la responsabilidad que tenemos como creadores.
Y creo que cualquier situación que te pase como con una connotación negativa tú sabes en qué lo conviertes, tú sabes si lo conviertes en algo súper negativo y feo o lo conviertes en algo que te haga mejor persona, que te haga aprender, que te haga hacer cosas diferentes con tu contenido. Una vez que paso esa curva de aprendizaje y estuve trabajando en mí, retomé muchísimo mi terapia, entonces creo que eso me empoderó.
Hoy más que nunca me encanta lo que hago y estoy súper segura que no quiero dejarlo de hacer en mucho tiempo. Solamente creo que ahora lo hago con mucha más cautela, mucha más responsabilidad y creo que también desde un punto de vista mucho más informado. Porque si bien los creadores de contenido, depende el giro en el que estés, lamentablemente no tenemos todas las herramientas para resolver las problemáticas sociales, sí tenemos la responsabilidad de, desde nuestro contenido, no mandar mensajes ni hacer contenido que las puedan alimentar. Entonces creo que yo tengo muy presente hoy en día para hacer mi contenido más responsable y cauteloso, que cumpla mi objetivo principal.
¿Quiénes son tus principales influencias?
Creo que mi persona número uno en esta vida es mi mamá, es mi mejor maestra, mi mejor compañera que ha estado ahí. Como yo soy la hermana chiquita, tengo hermanas mayores, ellas sí han fungido como líderes que me van guiando. Es otra cosa que me hace sentir muy empoderada, que crecí rodeada de mujeres muy chingonas. Lamentablemente mi papá falleció cuando estábamos muy chicas, entonces estar siempre rodeada de mujeres súper fuertes marcó la diferencia en mí.
Mis amistades. Creo en esa famosa frase de ‘dime con quién andas y te diré quién eres’. Hoy por hoy estoy muy agradecida por la red de apoyo que tengo, que me ha ayudado mucho. Me ha quedado claro que de mis mismos amigos que no son creadores de contenido, no sabes cómo me han ayudado, me han dado ideas. No tienes que estar rodeada de personas que a fuerza se dediquen a lo mismo, entre ellos te puedes nutrir.
Mi papá, aunque no esté conmigo, desde el lugar en que esté influye mucho en mí.
Creo que influyen los creadores que yo sigo, las personas que admiro. Por ejemplo, hace poquito tuve la oportunidad de conocer a Yuya. No es como que platicamos mucho, pero es una persona que yo admiro tanto, al final del día ella fue la pionera de videos de maquillaje en Latinoamérica. El hecho de conocerla, poder platicar con ella aunque sea un minuto. Como que también trato que no solo el contenido que creo, sino el contenido que consumo que vaya ligado a mis valores, a lo que quiero proyectar, el tipo de persona que quiero ser.
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