Entre las alternativas de productos de belleza para limpiar el rostro y eliminar el maquillaje de uso diario, los más comunes son el agua micelar y los desmaquillantes, ya sea hechos a base de aceite o su versión ‘oil-free’. Ambas opciones ofrecen resultados satisfactorios y cumplen con la promesa de dejar la piel libre de suciedad y residuos de otros cosméticos.
En la mayoría de casos, elegir cuál usar es una cuestión de preferencias, gustos personales y necesidades específicas de la piel, sin que esto necesariamente signifique que uno es mejor que otro.
Te decimos en qué son diferentes los desmaquillantes y el agua micelar.
Cuáles son las diferencias entre el agua micelar y los desmaquillantes
En términos prácticos, la diferencia entre el agua micelar y los desmaquillantes radica en la fórmula con la que son producidos. Es decir, aunque tengan las mismas funciones, son diseñados con ingredientes diferentes que de igual manera utilizan otras propiedades para cumplir con la tarea de eliminar el maquillaje e impurezas del rostro.
El agua micelar, según información de Bioderma, está hecha con agua purificada, pequeñas dosis de micelas (partículas encargadas de encapsular la suciedad) y, dependiendo de la versión, incluye también algunos ingredientes benéficos para la piel, como la glicerina o la vitamina C.
Por otra parte, el portal especializado Derma Shop explica que los desmaquillantes están formulados para “romper” las moléculas del maquillaje con la finalidad de removerlo en su totalidad, incluso si se trata de productos ‘waterproof’.
En estos últimos hay dos alternativas conocidas: a base de aceite o de silicona. Los dos son nobles con la piel y no irritan zonas delicadas como los ojos y lagrimales. Asimismo, pueden tener otras sustancias concentradas que complementen la rutina de limpieza, mismas que varían en función de las versiones y marcas.
Agua micelar o desmaquillante, ¿cuál es mejor?
Al igual que ocurre con la gran mayoría de productos de belleza, especialmente aquellos enfocados al cuidado de la piel, no es posible decir que uno es mejor que el otro, puesto que si bien están hechos con el mismo propósito, todas las versiones responden a necesidades distintas.
Como recomendaciones generales, pueden mencionarse pros y contras de cada uno, para así tener una perspectiva clara que permita valorar cuál es la alternativa ideal y elegir la adecuada de entre la inmensa variedad de versiones de agua micelar y desmaquillantes que hay actualmente disponibles.
Para determinar qué producto va más contigo, considera lo siguiente.
Pros y contras del agua micelar
El agua micelar es sumamente delicada con la piel y, al no contener otras sustancias, no requiere de un enjuague posterior. Es factible utilizarla a lo largo del día, ya sea para refrescar a la piel o para dar una limpieza exprés posterior a una rutina de ejercicio, por ejemplo.
Quizá uno de los aspectos negativos del agua micelar que resulta difícil de ignorar, es que sus fórmulas no suelen ser del todo eficaces para eliminar el maquillaje a prueba de agua.
Pros y contras de los desmaquillantes
En cuanto a los desmaquillantes, las ventajas se concentran en su eficacia para remover todo tipo de maquillaje, incluso aquellos que prometen durar un día completo, todo sin tener que frotar la piel, evitando movimientos bruscos o irritaciones.
Sobre las desventajas que muchas personas encuentran en los desmaquillantes, está el hecho de que suelen ser fórmulas notablemente más pesadas que el agua micelar, por lo que requieren de una limpieza adicional que elimine la sensación de oleosidad que llega a provocar. Además de que resulta poco conveniente para quienes tengan piel grasa o con tendencia al acné.
¿Cuál es mejor?
Tanto el agua micelar como los desmaquillantes tienen importantes ventajas así como también aspectos negativos que resulta necesario evaluar antes de elegir el indicado. Si sueles ocupar maquillajes lavables, no aplicas demasiados productos y quieres evitar la fatiga de una limpieza adicional, probablemente esta es tu apuesta segura.
De lo contrario, si acostumbras aplicar fórmulas a prueba de agua, especialmente en ojos y labios, puede que los desmaquillantes se acoplen mejor a tus necesidades. Ahora, dependiendo de tu tipo de piel, selecciona una composición con o sin aceite; en otras palabras, si tu piel es grasa opta por versiones libres de aceite, y si es de normal a seca, las alternativas con sustancias oleosas pueden funcionarte.
Finalmente, si consideras que ambas alternativas tienen aspectos que te gustaría probar, intenta utilizando ambos productos en tu rutina, alternando en las zonas que lo requieran. O bien, recurriendo a desmaquillantes para quitar los cosméticos y al agua micelar para barrer toda impureza restante y dar una sensación de frescura a tu piel.
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