Desafortunadamente, todas las mujeres en algún punto de nuestras vidas hemos sufrido o sufriremos acoso sexual (ya sea por parte de conocidos o desconocidos en un ambiente laboral, escolar, familiar o de ocio). Muchas de nosotras hemos sido víctimas de conductas no deseadas de naturaleza sexual que nos hacen sentir incómodas, ofendidas, humilladas y/o intimidadas.
Lamentablemente, el tema del acoso sexual hacia las mujeres en ámbitos cotidianos, como la práctica de actividades físicas (gimnasio), sigue ocurriendo. Desde miradas invasivas e intensas, ayuda no solicitada, conversaciones insistentes y hasta movimientos o roces inadecuados, el acoso sexual en el gimnasio en ocasiones perjudica nuestro entrenamiento y, en el peor de los casos, nos ha llevado a abandonarlo o evitarlo como forma de protección.
Por ello, hoy te contamos qué hacer si te sientes acosada en el gym.
Ejemplos de acoso en el gimnasio
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reporta que el acoso sexual son todos aquellos comportamientos en función del sexo, de carácter desagradable y ofensivo para la persona que lo sufre. A pesar de que tanto hombres y mujeres pueden ser víctimas de acoso sexual, son las mujeres (de acuerdo con estudios e informes) quienes en su mayoría lo sufren.
Para hablar de acoso sexual, coinciden dos aspectos negativos, no deseado y ofensivo. En el caso del gimnasio, estos comportamientos se ven reflejados en lo siguiente.
- Acoso físico. Contacto físico, tocamientos y acercamientos innecesarios e insinuaciones.
- Acoso verbal. Comentarios y preguntas sobre tu cuerpo, entrenamiento, estilo de vida, orientación sexual y, sobre todo, piropos o comentarios no deseados acerca de tu cuerpo.
- Acoso no verbal. Observaciones de tipo sexual (miradas morbosas), silbidos, gestos de connotación sexual, grabaciones sin tu consentimiento, etc.
Qué hacer si te sientes acosada en el gimnasio
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en Inglés), indica que para que el acoso se detenga, no basta solo con detectarlo, sino que siempre hay que denunciarlo. Por lo tanto, cuando te sientas acosada, házle saber a tu acosador que su compartimento es inaceptable debido a que te ofende y molesta. Por ello, la persona acosadora y hostigadora se debe detener.
Son muchas las mujeres que han comenzado a alzar la voz y denunciar públicamente a las personas que las incomodan durante su entrenamiento en el gimnasio. Aquí te dejamos qué es lo que puedes hacer en caso de sentirte acosada.
1. Confronta al acosador
Antes de hacerlo, evalúa la situación y si es seguro responder ante ella.
Si te sientes segura y cómoda (dentro de lo que cabe, dadas las circunstancias), a la primera señal que detectes acoso sexual hacia tu persona, comunícale al hombre que su comportamiento está mal y que debe detenerse. Se recomienda acudir con otra persona o con un gerente del gimnasio (ya sea entrenadora, profesora, recepcionista) para que haya pruebas.
2. Informa lo que está pasando a la gerencia de tu gimnasio
La mayoría de los gimnasios cuentan con procedimientos para las denuncias de acoso sexual. En general, los gimnasios dan de baja o revocan la membresía del acosador. Antes de inscribirte a tu gym, pregunta por los protocolos de acoso sexual. El portal Refinery29 menciona que si tu gimnasio no hace nada a pesar de las pruebas, es igualmente responsable.
3. Analiza la situación
Si después de denunciar y evidenciar a tu acosador, hay señales de venganza o algun indicio que te hace temer por tu seguridad, informa a la policía.
Finalmente, recuerda que tenemos derecho a vivir sin violencia. “No” siempre significa “no”. Si te acosan sexualmente en el gimnasio, no es tu culpa. Tu vestimenta, tu tipo de entrenamiento, tu forma de ser o de comportarte no justifica cualquier tipo de hostigamiento o acoso sexual.
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